Saltar al contenido
Esta página web usa cookies: Éstas se usan para personalizar el contenido, ofrecer funciones de redes sociales y analizar el tráfico.

Artículo ANGINA – y Su Relación Mental / Emocional

ANGINA (en general)

La angina se caracteriza por un aprieto al nivel de la garganta, debido a una inflamación aguda de la faringe. Hay algo que “no pasa”, una emoción bloqueada que me impide decir a mi entorno mis verdaderas necesidades. Tengo el sentimiento de que apretando la garganta (chakra o centro de energía de la creatividad o de la expresión), no puedo expresar lo que estoy viviendo y lo que siento para con los demás, y sigo poniendo inútilmente la atención sobre esta creencia. Debo encontrar lo que me llevó a pensar en esto. Habitualmente puedo encontrar una respuesta dentro de las últimas 48 horas previas al dolor. ¿Sería una ligera irritación (conducto inflamado) o una pequeña frustración que no trago y que subsistirá hasta que cambie mi actitud y mis pensamientos? “No es cuestión de tragar esta historia” incluso si esto “me pone el fuego a la garganta”. También pueden ser pensamientos negros y negativos con relación a alguien o a una situación. Hay algo que quiero “tomar” absolutamente; como por ejemplo, un nuevo empleo, un resultado escolar excepcional que me evitaría una situación en donde deberé justificarme, explicarme o rendir cuentas? Poco importa el motivo, es tiempo de quedarse abierto y volver a abrir este mismo canal si mi viva sensibilidad estuvo herida.

Mis necesidades fundamentales deben estar satisfechas y tengo derecho a ellas como todo el mundo. Me mantengo abierto a mis necesidades y centrado sobre mi ser interior si quiero evitar este tipo de angina al nivel de la garganta.

ANGINA DE PECHO

Angina viene de la palabra latina ANGENE que significa apretar. Es un dolor muy vivo asociado a la región principal del corazón (centro energético del amor). Esta falta temporal de oxígeno al nivel de los músculos que rodean el corazón aporta todas las consecuencias que conozco: insuficiencia del caudal sanguíneo en esta región, intervención quirúrgica, puente, etc … El corazón representa frecuentemente el motor o la máquina de mi sistema. Cuando doy demasiado amor (con una actitud de apego), puede que el corazón se canse de todas estas preocupaciones y que ya no sienta suficiente alegría (*) en estas situaciones (de aquí el riego sanguíneo disminuido).

Si estoy en situación de angina, posiblemente tomo demasiado a pecho la vida y las cosas que hago y que me gustan. Mis inquietudes (tanto como mis alegrías) están exageradamente ampliadas: me irrito y me hieren fácilmente, vivo insatisfacción, tristeza o irritación con relación a una situación la cual, al final, no es tan grave. Puede que reciba una primera señal de alarma de mi cuerpo después de estos estados de ser: espasmos o dolor que perfora el corazón. Éste lanza un S.O.S. para que tome consciencia de los sentimientos que me habitan y del hecho que estoy de algún modo destruyéndome con mis pensamientos desacordes, poniendo en peligro mi armonía interior, y dándome “mala consciencia”.

Grande alegrías pueden también traer crisis de angina porque, en este momento, el centro de energía del amor (el corazón) se abre más y puede activar la memoria de grandes penas que están presentes y así provocar una crisis de angina. Hago quizás mucho por obligación y no con alegría y placer. Así, deja la alegría de circular. Es como si prestase atención a los demás (su felicidad y sus dolencias) en vez de ocuparme de mi propio bienestar primero. Mi ego es tan presente y activo que está separado de la totalidad del ser, lo cual conlleva un bloqueo en el plano emocional. Es un aumento inconsciente de la estima de sí colocando casi exclusivamente la atención sobre los demás. Es el principio judeo – cristiano de la entrega por el sacrificio. Dar a los demás! Me vuelvo vulnerable y se manifiesta el miedo a abrirme a los que amo. “Ya nada me alcanza, pero empiezan los dolores!” Espasmos, puntos en el corazón, extremidades frías (manos y pies). Mi cuerpo me advierte seriamente que algo va mal (este aviso se reconoce mejor generalmente en el plano metafísico – psíquico que físico). Inconscientemente puedo desear dejar la “vida terrestre” porque tengo la sensación de estar ahogado por las preocupaciones y que no sé cómo salirme, pero el tiempo no necesariamente ha llegado! ¿Qué temo, en el fondo? La vida es un intercambio continuo. Doy tanto como recibo, como la contracción y la dilatación de los vasos sanguíneos, sino vivo un desequilibrio y mi atención debe volver a este equilibrio necesario a una vida sana.

Es un proceso fundamental en la existencia humana porque soy un ser divino que debe expresarse en este equilibrio. Mi toma de consciencia es ésta: Dejo de tomar la vida en serio y me mantengo abierto! Es fácil porque no tengo ganas de morir sino que tengo ganas de vivir, de abrirme al amor y dejar cualquier lucha de poder.

Pongo mi atención sobre los aspectos hermosos de la vida. Aprendo a amarme tal como soy: mi energía vital podrá así volver a la vida. Son los primeros pasos hacia un restablecimiento serio de esta enfermedad.

Un último punto que recalcar: vigilar todas las expresiones vinculadas con el corazón: “un corazón de piedra, un corazón duro, no tiene corazón, es un sin corazón”, etc. Cada expresión es la indicación de que sucede algo que merece mi atención…

*Alegría: Ya que la sangre está relacionada con la alegría, una disminución del riego sanguíneo expresa justamente esta disminución de la alegría vinculada al amor.

 

Tomado de “El Gran Diccionario de Las Enfermedades” de Jacques Martel.

 

Anginas: Fuerte creencia en la propia incapacidad de hacerse valer y de pedir lo que se necesita. 

Afirmación: Es mi derecho satisfacer mis necesidades. Con facilidad y amor pido lo que necesito.

 

Tomado del libro “Sana tu cuerpo” de Louise Hay.

0 comentarios

Dejanos tu comentario sobre el artículo ANGINA – y Su Relación Mental / Emocional