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Artículo Garudasana o Postura del águila

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Garudasana o postura del águila, es una postura de pie. Las posturas de pie son vigorizantes y refrescan el cuerpo y la mente, aliviando la tensión y el dolor; estimulan la digestión, regulan los riñones y alivian el estreñimiento. La espalda, las caderas, las rodillas, el cuello y los hombros ganan fuerza y movilidad con la práctica de estas posturas. Además nos enseñan los principios del movimiento correcto, lo que es fundamental para las asanas pero también para la vida diaria, ya que nos hacen más conscientes de la forma correcta de sentarnos, permanecer de pie y caminar.

El calzado rígido y las superficies pavimentadas enseñan a nuestros pies a ser pasivos e inarticulados. Afortunadamente, los ejercicios de yoga se suelen hacer descalzos, prestando mucha atención a restablecer la fuerza y la flexibilidad del pie y la pierna.

Esta es además una postura de equilibrio en una pierna. Las asanas de equilibrio aumentan nuestra capacidad de concentración.

Es una postura muy completa ya que por un lado, las piernas se fortalecen enormemente, al tiempo que les brindamos un buen estiramiento. Por otro, también los pies adquieren flexibilidad. Y por si fuera poco, el trabajo de los brazos proporciona un agradable estiramiento de toda la espalda dorsal, y los brazos mismos, lo cual viene muy bien después de varias horas sentado/a delante de un ordenador.

Garudasana o postura del águila es una postura que permite estirar y fortalecer brazos y piernas al mismo tiempo, a la vez que desarrolla el equilibrio.

Cómo practicarla:

  1. Ponte de pie en Tadasana. Dobla ligeramente las rodillas, levanta el pie izquierdo y, en equilibrio sobre el pie derecho, cruza el muslo izquierdo sobre el derecho. Apunta los dedos del pie izquierdo hacia el suelo. Luego trata de enganchar la parte superior del pie detrás de la pantorrilla derecha. Equilibrio en el pie derecho.
  2. Estire los brazos hacia adelante, paralelos al suelo, y abre tus escápulas ampliamente en la parte posterior del torso. Cruza los brazos delante del torso para que el brazo derecho esté por encima del izquierdo, luego dobla los codos. Apriete el codo derecho en el hueco del izquierdo, y eleva los antebrazos perpendiculares al suelo. El dorso de las manos deben estar uno frente al otro.
  3. Empuja con la mano derecha hacia la derecha y la mano izquierda a la izquierda, de manera que las palmas se enfrentan ahora la una a la otra. El pulgar de la mano derecha debe pasar por delante del dedo meñique de la mano izquierda. Ahora presiona las palmas de las manos (tanto como sea posible para ti), levanta los codos, y estira los dedos hacia el techo.
  4. Puedes permanecer en la postura de 15 a 30 segundos, o lo equivalente a la duración de cinco respiraciones completas, y luego descansa las piernas y los brazos y quédate de pie en Tadasana nuevo. Repite el procedimiento durante el mismo período de tiempo con los brazos y las piernas contrarias.

Beneficios:

  • Fortalece y estira los tobillos y las pantorrillas.
  • Estira los muslos, las caderas, los hombros y la espalda superior.
  • Mejora la concentración.
  • Mejora el sentido del equilibrio.

Es terapéutica para:

  • Casos de ciática.
  • Asma.
  • Dolor de espalda.

Contraindicaciones y precauciones:

Los estudiantes con lesiones de rodilla deben evitar esta postura, o llevar a cabo sólo la posición de las piernas se describe en el Consejo del principiante a continuación.

Consejos para principiantes:

Los principiantes a menudo tienen dificultades para envolver los brazos alrededor hasta que las palmas toquen. Estira los brazos hacia adelante, en paralelo al suelo, mientras sujetas los extremos de una correa. Sigue el resto de las instrucciones indicadas en el paso 2 anterior y mantén la correa tensa entre tus manos.

Los principiantes también encuentran dificultades para enganchar el pie de la pierna levantada detrás de la pantorrilla de la otra pierna, y luego encontrar el equilibrio con el pie del suelo. Como una opción a corto plazo se pueden cruzar las piernas y, en vez de enganchar el pie levantado y la pantorrilla, presionar el dedo gordo del pie de la pierna levantada contra el suelo para ayudar a mantener el equilibrio.

Video:

Te aconsejo vivamente que practiques esta postura ya que, una vez dominada, es muy gratificante. Y no te olvides de contarnos los resultados.

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Namaste.

 

 

Edición: Romina Medina – Profesora de Hatha Yoga Dinámico

Fuente: https://insayoga.com/garudasana-o-postura-del-aguila/

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