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Artículo Luna Llena en Escorpio :: La Espada de La Vida

Luna partera, luna curandera, que nos acunas y nos meces en la danza de las estrellas :: honramos la bendición de crecer bajo tu abrazo generoso :: madre, abuela, espejo de plata que nos ofrenda el reflejo de nuestra luz y las profundidades de nuestra sombra :: vamos a tu encuentro ahí donde el tesoro de lo que somos nos aguarda

Mañana cruzamos el umbral de la Luna llena en Escorpio. La Luz del Sol reflejada en la faz de Luna es devuelta a la Tierra e ilumina nuestra noche. Escorpio es un signo vinculado a la oscuridad, a lo oculto, a lo que se siente y no se ve, a lo que actúa detrás de la cortina. Detrás del telón hay un mundo que actúa sobre nuestro mundo. ¿Quién mueve los hilos? ¿Quiénes conocen las reglas del juego secreto? ¿Quiénes escriben el guión del drama en el que nos movemos?

Esta Luna llena nos invita a encender la luz en la áreas oscuras de nuestra vida para llegar hasta ahí donde nos cuesta mirar y aceptar. Aceptar que lo que nos mueve, que lo que nos motiva, no es consciente. Esas motivaciones ocultas, esas verdades e intenciones no dichas, no iluminadas por el poder de la consciencia, emergen en este paisaje lunar.

Esta Luna llena nos convoca al poder de la sinceridad, esa virtud que rompe el hechizo de nuestras motivaciones depredadoras, las que dicen una cosa y hacen otra, las que dan una palabra y ocultan su raíz. Una raíz que puede estar nutrida por un sentimiento de vergüenza, o de dolor no reconocido. Una raíz anclada en un deseo de venganza, de querer tener la razón, de ganar. Una raíz que no vemos y que nos domina.

De ahí que esta Luna nos muestre los rostros del abuso que hemos hecho del poder: cuando hemos puesto nuestros intereses de sobrevivencia tan en alto que hemos elegido entrar en guerra, en batalla por la energía, por el tiempo, por el dinero o por la atención. Y nuestras estrategias poco claras, poco sinceras, encubren motivaciones engañosas que crean situaciones tóxicas que empantanan nuestra realidad.

Esta Luna nos puede mostrar las áreas de nuestra vida en las que la sombra de lo oculto ha estado actuando sin nuestro consentimiento. ¿En qué área de nuestra vida se ha revelado este sentimiento de lucha por el poder, la energía , el tiempo, el dinero? ¿En qué área de nuestra vida sentimos que tenemos que entrar en guerra por cuidar y preservar nuestra integridad, nuestros recursos o nuestros valores? ¿En qué área de nuestra vida nos sentimos atrapados impotentes en un ecosistema energético tóxico que nos agota? ¿En qué área de nuestra vida estamos llamados a usar la palabra sincera para romper un silencio abusivo, violento?

Esta Luna llena ilumina las áreas oscuras de nuestra psiquis. Esta Luna llena ilumina las áreas oscuras de nuestras relaciones. Esta Luna llena ilumina las áreas oscuras de nuestros círculos y colectivos. Esta Luna llena ilumina las áreas oscuras del sistema social, económico y político que controla el devenir de la humanidad.

Esta Luna nos convoca  a mirar con valentía aquello que está oculto. Nos invita a sentir más allá de lo que podamos o no comprender. Nos invita a habitar la brecha que separa lo que intuimos visceralmente de lo que decimos o percibimos. Nos invita a reconocer la separación que existe entre lo que sabemos y lo que aceptamos como verdad. Nos invita a ver dónde nos acomodamos en un silencio cómplice con aquello que nos hace daño, nos enferma. Nos invita a asumir nuestro rol y responsabilidad. Responsabilidad de sostener un silencio que nos hace cómplices del abuso.

Estas no son energías fáciles de integrar, especialmente cuando el consenso social, tribal, vincular nos exige hacer buena cara, compartir nuestros éxitos y conquistas, estar empoderados. El consenso colectivo nos  presiona a sostener un rol, una manera de vivir o a caminar nuestros valores dentro de un orden determinado. Obedecemos y honramos los bordes de esta imagen social consensuada para no caminar solos, para no asumir un rol de exilio, de marginalidad. Nos quedamos dentro de la línea y jugamos el juego.

Y es este consenso de lo aceptable lo que delimita nuestro sentimiento de seguridad y pertenencia.  Y celebramos nuestras cosechas de bienestar, de seguridad, de confort y comodidad -a toda costa- para que nuestra burbuja sobreviva en este mar de incertidumbre. Porque estar fuera del guión, porque caminar por los márgenes, porque ver el juego y sus trucos, implica una separación que muchos preferimos no asumir. Sin embargo la astrología de estos tiempos nos invita a encarnar la valentía de salirnos de la línea y de explorar fuera de los límites de lo seguro y cómodo. Este es un llamado a liberarnos de las influencias ocultas que nos mantienen obedientes, impotentes, silenciadas ante un sistema de creencias y valores que reprimen nuestra expresión.

Esta dinámica la podemos reconocer fuera de nosotros, en el escenario colectivo, y también lo podemos explorar dentro de nosotros interrogando nuestras motivaciones. Interrogando  nuestras lealtades ciegas, nuestros silencios cobardes o cómplices. Interrogando la negación de la verdad y de la libertad que habita en nosotros y que condiciona nuestras decisiones y acciones.

Esta Luna llena es propicia para hacernos preguntas ¿Quiénes mueven los hilos de mi mente? ¿Qué me motiva, sinceramente, profundamente? ¿Puedo hacer el viaje hacia adentro e ir hasta la raíz de lo que me mueve? ¿Puedo sinceramente reconocer alma adentro lo que me motiva a elegir, actuar?

Para encontrar la valentía de caminar nuestra vida en nuestros propios términos tenemos que ser capaces de reconocer con integridad qué valores encarnamos y cómo queremos contribuir en nuestro entorno. La Luna llena en Escorpio refleja la luz del Sol en Tauro. El Sol en Tauro nos habla de que la motivación para adentrarnos con sinceridad y valentía en nuestro territorio oculto está en nuestra relación con la Vida. En Tauro el Sol nos habla de la Conciencia de Gaia, un término que nombra el ecosistema espiritual y material que llamamos La Vida. Un principio que nos habla de la conciencia de Ser parte de la Tierra y de poner nuestra vida al servicio de esta conexión íntegra con la Vida. La danza entre Tauro y Escorpio nos enseña que para ser parte del Ecosistema de Gaia de manera íntegra tenemos que honrar la muerte.

En Escorpio creamos la composta que fecunda el jardín de Tauro. En este eje de la Rueda del Zodiaco honramos la energía que muere y se transforma para crear energía renovada, energía limpia. Este principio nos habla de una ecología emocional que, vivida y honrada a nivel personal, contribuye al tejido vincular y colectivo. Es al tomar la responsabilidad de nuestro proceso de psico higiene personal que podemos participar con integridad en el compartir con los demás. Sin este proceso interno, ¿cómo podemos saber cuales son nuestras motivaciones? Y sin este proceso interno, ¿cómo podemos reconocer cómo movemos nuestros hilos? Y sin este proceso interno, ¿cómo podemos conectar con nuestra valentía y con nuestra sinceridad?

Para afirmarnos en el mundo de la materia de Tauro necesitamos el poder de Escorpio. Y este es un tiempo en que muchos estamos sintiendo la afirmación del poder de la sinceridad. Sinceridad encarnada a través de la voluntad de asumir la responsabilidad y el deseo de ser guardianes de la Vida. Ser guardianes de la Vida implica caminar unos valores que desafían la realidad consensuada y que incluso desafían la ley. Ley como el cuerpo de normas que organizan un grupo. Ley como los pactos y acuerdos que obedecemos. Ley como los rituales y ceremonias con los que movemos nuestras intenciones. Ley como los bordes y la fronteras de lo que llamamos la realidad.

Bajo esta Luna estamos influenciados por el arquetipo del guerrero y la guerrera. Esta semana previa a la Luna llena Marte ha estado consolidando su conjunción con Pluto en Capricornio. Chirón ya está instalado en el primer grado de Aries, signo gobernado por Marte. La presencia de Chirón en este grado intensifica su influencia ya que este es el grado crítico de la Rueda del Zodiaco. El grado en el que algo nuevo nace.

Este es el inicio de un ciclo evolutivo de ocho años en los que iremos integrando un nuevo nivel de conciencia vinculado a la herida de la guerra y de la violencia en la humanidad. La herida de la agresión, del maltrato, del abuso que llevamos codificado en nuestro interior. Es el trauma de la guerra, el pulso del miedo y la sobrevivencia que nos condiciona a aceptar la violencia. La violencia del silencio, la violencia de la complacencia, la violencia del abuso, de la mentira, de los engaños. Esta Luna llena nos convoca a una elección: ¿Qué realidades consensuadas queremos seguir apoyando? ¿Qué juegos de poder seguimos alimentando? ¿Qué mentira sustentamos?

Además de la conjunción de Marte con Pluto en Capricornio, la Luna -también bajo la influencia de Marte- va al encuentro de Júpiter retrógrado en Escorpio. Hay algo en esta configuración astrológica que nos habla de guerra sucia, golpes bajos, agendas ocultas y del poder del engaño y la mentira para dominar. Nos habla de que el juego no es limpio, que hay quienes juegan con mano abusiva, que dominan realidades y no quieren soltar el poder.

Esta narrativa se revela especialmente en el colectivo, de cara al abuso de poder que ejercen los gobiernos, el uso perverso de la desinformación y la mentira para controlar las respuestas de las masas. Esta astrología nos habla de una saturación en nuestra capacidad de sostener tanta violencia, en tantos planos. Nos convoca a un sentimiento de levantarnos y actuar a favor de la Vida. Nos convoca a un proceso de reconocimiento de los valores que queremos encarnar en medio de este juego perverso y peligroso de guerras y robos, de abusos y violencia.

Nos convoca a reconocer la realidad que queremos vivir y crear, y a contribuir desde lo más íntimo de nuestro Ser a desarmar la violencia que nos habita. Este es un proceso de sanación que requiere que rescatemos la energía de arquetipo del guerrero para desarmar la guerra en nosotros. Esta energía guerrera nos inspira a hacer el viaje hacia los territorios ocultos de nuestra psiquis, a deshacer nudos energéticos, disolver contratos y pactos antiguos, y rescatar esa parte de nuestra alma perdida en el tiempo para que se integre al presente.

Para muchos esta Luna llena se revela como una la conquista de un nuevo territorio. Este nuevo territorio nos habla de un sentimiento de pertenencia que genera mayor confianza y claridad. Las verdades emergen y pueden doler a la vez que liberan y abren el camino para nuevos potenciales actualizados. De ahí que esta Luna tenga sabor a duelo. Para encarnar estos nuevos potenciales necesitamos acompañar a lo que tiene que morir dentro nuestro. Porque es nuestro Sí a la Vida el que nos inspira a bracear las sombras, a mirar detrás del telón y denunciar o que necesita ser denunciado.

Mercurio directo sigue en Aries y transita por los grados que ya recorrió. La energía del guerrero y la guerrera benevolente pasa por el fuego de la palabra, la espada sincera que denuncia y marca el límite, guardiana y protectora de la Vida.

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Fuente: Luna de Abril – El Camino de Las estrellas – https://lunadeabril.com/

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