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Artículo Parto / Aborto Espontáneo / Idea de Abortar – y Su Relación Mental / Emocional

El Gran Diccionario de las Enfermedades

Extraído del libro anterior por Jacques Martel.

Parto

El parto es quizás una de las experiencias de transición más traumatizantes que exista para el niño que nace. Es un fenómeno natural; yo, como mujer, entrego al niño a quien llevo. Los dolores del parto pueden estar conectados a diversos miedos, sobre todo los de sufrir y de dar a luz, al dolor acumulado con relación a mi propio niño interior. Las dolencias o los sufrimientos también pueden proceder del hecho que el niño que va a nacer me recordará constantemente la realidad y la responsabilidad que quiero tener con relación a mi niño interior. Puedo alimentar inquietudes frente a esta parte mía compuesta de mi carne y de mi sangre de quien tomo la responsabilidad. En esta situación, como en muchas otras, el parto trae diversas creencias más o menos fundadas, por ejemplo, el que hay que sufrir para parir (igual como para ser guapa!), lo cual no necesariamente es verdad, sobre todo en los planos de consciencia superiores. Los dolores pueden más bien traer en mí, sobre todo inconscientemente, el recuerdo doloroso de haber pasado del mundo de la luz al mundo más limitativo de la materia en un cuerpo físico. Varias preguntas pueden brotar también: ¿Qué pasará después del nacimiento de este hijo? ¿Seguiré siendo tan deseable para mi cónyuge? ¿Soy una buena madre? ¿Tiene mi hijo todo lo que necesita? ¿Es posible que no desee dar a luz porque estoy en un estado de felicidad, amada y más mimada por mi cónyuge?.

De cualquier modo, dar a luz es una experiencia formidable. Permite mostrar realmente mi habilidad a enfrentarme a los momentos de transición y cambios futuros. Tengo fe sabiendo que tengo toda la fuerza y la energía necesarias para traer a mi hijo al mundo y cuidar de él adecuadamente.

Parto prematuro

Un parto prematuro es el que tiene lugar entre la semana veintinueve y treinta y ocho de la ausencia de las reglas. Cuando sucede éste, puede que no me sienta suficiente madura para llevar a este hijo a término y que desee de un modo no consciente, librarme de él antes que llegue a término. Puede que quiera “rechazar” inconscientemente a este hijo, igual que yo misma puedo sentirme rechazada a veces. La angustia, incluso inconsciente, de tener que asumir una responsabilidad para la cual no estoy lista, o el hecho de no sentirme preparada, puede hacerme “desear ardientemente dar a luz lo antes posible” para acabar con esta angustia de la espera. De todos modos, que quiero terminar con esta angustia o que reniegue de este hijo, este estado de consciencia se niega conscientemente. Me imagino el guión, yo, una mujer que renegase conscientemente a mi hijo? Es posible, pero esta situación se transforma la mayoría del tiempo en rechazo inconsciente de esta maravillosa experiencia.

De cualquier modo, acepto que todo sucedió para lo mejor, para mí y para el niño por nacer.

Aborto espontáneo

El aborto espontáneo es un paro del embarazo antes del día 180 (6,5 meses aproximadamente) de gestación. En general, se hablará de aborto en el caso de interrupción voluntaria del embarazo (I.V.E.) Cuando el aborto es espontáneo, es decir cuando se trata de la pérdida no provocada del feto, se hablará entonces de aborto espontáneo. Cuando tengo un aborto espontáneo, me pregunto para saber quien deseaba un hijo, yo o mi cónyuge. Inconscientemente, tengo miedo que el niño al nacer cambie mi vida de pareja, mi trabajo, mis costumbres. Temo no poseer las cualidades necesarias para ser una buena madre y esto puede remontar a momentos vividos en mi propia infancia. Puede también que el alma que debía encarnarse haya cambiado de idea. Entonces debo quedarme abierta al nivel corazón y poner en marcha las energías necesarias para resolver esta situación “inmadura”; sino, los embarazos futuros corren el riesgo de ser complejos e incompletos.

Amor, responsabilidad y respeto mutuo de los cónyuges (si se da el caso) son los sentimientos esenciales que deben manifestarse si quiero que mi hijo llegue a término.

La Enfermedad como símbolo

Estraído del libro anterior por Ruediger Dahlke.

Aborto

Plano Corporal: Matriz (fecundidad, recogimiento).

Plano de los síntomas: Huida del fruto (del no nacido); defecto genético como expresión de una carga hereditaria; la misión parece irresoluble o demasiado difícil; final de un breve desarrollo; huida de la madre desde una situación de sobrecarga física, psíquica y social: despedida del huésped no invitado; aborto inconsciente; inflamaciones crecientes como expresión de conflictos imperiosos; estrés, sobrecarga de trabajo como signo de incapacidad para dejarse a uno mismo.

Realización: (para la madre): aprender a seguir las decisiones tomadas (a niveles superiores), a recibir y mantener; revisar los deseos de tener hijos a un nivel más profundo con respecto a un rechazo no confesado; ejercicios de nido en el aspecto físico y psíquico.

Resolución:  reconciliación con el tema de dar y recibir vida; aceptar la voluntad superior a los propios deseos y voluntad.

Relación con los principios elementales: Luna/Urano/Plutón.

Aborto (idea de abortar)

Plano corporal: matriz (fertilidad, sumisión)

Plano de los síntomas: rechazo consciente del niño no nacido; miedo ante el papel de madre; miedo ante el reto (el los campos físico, psíquico, espiritual y/o social); dejar entrar algo inconscientemente y no estar preparado para el reto; huir de la responsabilidad; incapacidad de responder a la vida.

Realización:  protegerse de las valoraciones y en lugar de ello ver la relatividad de las valoraciones imperantes (en la guerra incluso se ordena matar deliberadamente); crearse sus propios espacios; garantizar también las propias posibilidades de desarrollo con independencia del embarazo; reconocer las posibilidades de desarrollo que puede llevar consigo en embarazo (por ej: se adulto); aprender a responder a los retos; reconciliación entre los deseos infantiles conscientes e inconscientes; meditaciones sobre el propio papel en las facetas de niña, mujer y madre; concienciar la cuestión del ego.

Resolución:  desde el punto de vista de la filosofía esotérica la vida no puede crearse ni deshacerse, no comienza ni acaba sino que es; estar en condiciones de aceptar, ser receptor ante las grandes tareas del destino: entrega y responsabilidad; ser realmente adulto; autorrealización (auto=yo+sombra).

Relación con los principios elementales:

“Sana tu cuerpo”

Extraído del libro anterior por Louise Hay.

Aborto espontáneo: Miedo. Miedo del futuro. Programación inoportuna.

Afirmación: Siempre obra en mí la recta acción divina. Me amo y me apruebo. Todo está bien.

 

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