Saltar al contenido
Esta página web usa cookies: Éstas se usan para personalizar el contenido, ofrecer funciones de redes sociales y analizar el tráfico.

Artículo SALAMBA SARVANGASANA, la Postura de la Vela

Publicado el
En la categoría

En un artículo anterior hablamos sobre los beneficios de realizar posturas invertidas. Esta vez vamos a detenernos en otra asana que resulta más amigable para quienes recién comienzan a animarse a practicar posturas de inversión. Estamos hablando de la famosa Postura de la Vela, Salamba Sarvangasana.

En sánscrito, salamba significa “con apoyo”, mientras que sarvanga podría traducirse como “todos los miembros”, “todas las partes del cuerpo”. Por lo tanto, Salamba Sarvangasana es la “postura de todo el cuerpo sostenido”.

La madre de las asanas

BKS Iyengar se refiere a esta postura como “la madre de las asanas”, porque, como una madre busca la armonía en el hogar, Sarvangasana promueve el funcionamiento armónico de los sistemas del cuerpo.

Ésto es así por los variados efectos que genera la práctica constante de esta postura de inversión. La postura de la vela genera una influencia directa en el funcionamiento de los órganos y glándulas endocrinas, que realizan la tarea de regular el flujo de hormonas que se transportan por el cuerpo. Mediante la inversión, la fuerza de gravedad lleva a un aumento del flujo de sangre que llega a la zona de las glándulas tiroideas y paratiroideas, que se ven de esta forma estimuladas.

También como resultado de su naturaleza invertida, promueve la circulación de sangre en la zona del pecho y el cuello, por lo que provee cierto alivio a personas que sufren de asma, bronquitis, irritación u otra afección de la garganta, y palpitaciones.

Como si todo esto fuera poco, el efecto de la gravedad también influye sobre los órganos abdominales y de la zona pélvica. En consecuencia, ayuda al movimiento intestinal, aliviando el estreñimiento, promueve el buen funcionamiento del sistema digestivo, y ayuda a solucionar trastornos menstruales y hemorroides.

Salamba Sarvangasana Paso a Paso

  • Coloque en el suelo una o dos mantas dobladas. Las mantas servirán de apoyo para mantener el cuello en la posición correcta, evitando que se comprima la zona de las cervicales.
  • Recuéstese de forma que los hombros queden sobre las mantas y la cabeza por fuera de ellas, directamente en el suelo. En este momento, los brazos están extendidos, paralelos al cuerpo y con las palmas hacia abajo.
  • Comience a elevar las piernas, haciendo presión contra el piso con manos y brazos.
  • Sigue presionando, llevando las rodillas en dirección a la cara, y aprovechando el impulso para lograr despegar las caderas del suelo, de modo que su peso se distribuya entre la parte alta de la espalda y la cabeza.
  • Doble los codos y use las manos como soporte de la espalda.
  • Comience a extender las piernas en dirección al techo, hasta lograr extender totalmente la espalda. Desde aquí puede mover las manos hacia la parte alta de la espalda, lo cual ayuda a despegar al máximo la espalda del suelo. Cuide no separar los codos mucho más que el ancho de los hombros.
  • Trate de empujar el coxis hacia el pubis, para ayudar a encontrar una alienación correcta. La mayor parte del peso debe estar sobre los brazos, para evitar forzar el cuello. La frente debe quedar relativamente paralela al piso, y la barbilla perpendicular al mismo.
  • Relaje el rostro, la lengua y la garganta. Lleve la mirada hacia el vientre y respire profudnamente.
  • Si es principiante, puede comenzar por mantener la postura por 30 segundos, añadiendo de forma progresiva unos 10 segundos al día, hasta lograr mantenerse en Salamba Sarvangasana entre 3 y 5 minutos.
  • Desarme la postura lentamente, apoyando la espalda vertebra por vertebra con ayuda de los brazos.

Beneficios de la Postura de la Vela

  • Ayuda a combatir el estrés y los síntomas de la depresión, ya que tiene un efecto relajante sobre el sistema nervioso.
  • Combate la retención de líquidos en las piernas.
  • Estímula la glándula tiroidea y las paratiroides.
  • Combate el insomnio y la fatiga
  • Excelente para elongar el cuello y los hombros.
  • Fortalece los gluteos.
  • Mejora la digestión.

Consejos para principiantes

Si no le es posible elevar las piernas en extensión, puede entrar a la postura de la siguiente forma:

  • Una vez recostado en el suelo, flexione las rodillas, presionando las plantas de los pies contra el suelo.
  • Eleve las piernas en flexión, llevando las rodillas hacia la frente.
  • Use las manos como soporte de la espalda y comience a llevar los talones hacia el techo desde allí, estirando las piernas lentamente hasta alcanzar la postura de la vela.
  • Para salir de la asana, puede flexionar las rodillas nuevamente y bajar con cuidado hasta volver a apoyar los pies en el suelo.

Precauciones

No se recomienda realizar Salamba Sarvangasana si sufre de:

  • Diarrea.
  • Dolor de cabeza.
  • Presión alta.
  • Lesiones en el cuello, sobre todo de las cervicales.
  • Tampoco se recomienda practicarla durante el período de la menstruación.

En el caso de estar embarazada, puede continuar practicando está postura si ya tiene experiencia realizándola y su médico no se lo contraindica expresamente. Sin embargo, no trate de realizar la postura de la vela por primera vez durante el embarazo.

Variaciones

La variación más habitual de la postura de la vela es la asana llamada Eka Pada Sarvangasana, que se realiza de la siguiente manera:

  • Realice la postura de la vela.
  • Una vez alcanzada la estabilidad, mantenga la pierna izquierda extendida, y baje lentamente la pierna derecha, sin flexionarla, hasta llegar a tocar el suelo con la punta del dedo gordo.
  • Asegúrese de mantener ambas piernas extendidas, y mantenga la postura por unos 30 segundos.
  • Regrese a Sarvangasana y repita con la otra pierna.

Video

 

Edición: Romina Medina – Profesora de Hatha Yoga Dinámico.

Fuente: https://www.relajemos.com/salamba-sarvangasana-la-postura-de-la-vela/

0 comentarios

Dejanos tu comentario sobre el artículo SALAMBA SARVANGASANA, la Postura de la Vela