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Cuento con Mensaje Simplemente…

Estaba sentada… Simplemente respirando…

Contemplando como la naturaleza, había logrado perfeccionar, lo que el tiempo había destruido.

Eran ruinas de un antiguo templo, se respiraba en el aire húmedo la presencia del espíritu…

Achiqué mis ojos para ver a través de los rayos del sol que se filtraban entre las enredaderas…

Flotaba un polvillo, como ese que se ve siempre trepado en la luminiscencia del sol a la hora de la siesta.

Pero este polvillo era diferente, tenía movimiento propio, no lo llevaba el viento, ya que no lo había.

Me levanté de donde estaba sentada para poder ver con más claridad de que se trataba…

Eran pequeñísimos seres que subían y bajaban por esos rayos que no venían del sol…

Muchos, muchísimos de ellos me tomaron de las manos…

No hablaban, creo que los escuchaba dentro de mi cabeza.

Y de alguna manera me transmitieron imágenes de cómo era ese lugar cuando era habitado por seres tridimensionales, hago esta aclaración porque también me mostraron que ese lugar estaba habitado actualmente por seres de diferentes dimensiones no visibles para el ojo humano.

Y ese sitio estaba en perfecto estado, no estaba en ruinas, era una ciudad mágica invisible al ojo humano…

Ellos son servidores de nuestro planeta, me dijeron, ayudan a mantener el equilibrio entre la luz y la oscuridad.

Hay muchos sitios como este alrededor del mundo, solo visibles para pocos.

Me dijeron que podía volver cuantas veces quisiera, que mantuviera el secreto.

Nunca más volví.

Nunca supe si fue un sueño o una experiencia real… me están diciendo que fue real.

 

Fuente: Va Cuento

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