Al ADN se le llama el Acido desoxirribonucleico. Su función es la de un almacén que contiene toda la información del material genético presente en los seres vivos. Puede ser considerado además un mapa, un plano o una receta del código genético. Pero desde el punto de vista energético, el ADN es más que una entidad biológica que suministra una información genética. Su funcionamiento depende única y exclusivamente de la información suministrada al ADN energético individual.
¿QUE ES EL ADN ENERGETICO INDIVIDUAL?
El ADN energético individual es la esencia inherente a todo ser humano. Es el alma o la energía individual que a través del tiempo, ha venido encarnando, adquiriendo experiencias en diferentes existencias, para poder ir perfeccionándose, según sus necesidades energéticas y equilibrándose, en su ruta ascendente de perfección y conocimiento hasta regresar al Creador, ya con el conocimiento y la perfección, de los diferentes mundos del Padre.
Cada acción ejecutada por el ser humano, no es más que una interacción e intercambio energético, por lo tanto, todo individuo es responsable de la forma en que usa sus energías inherentes a través de sus pensamientos, sus palabras, sus obras, sus sentimientos y sus emociones.
El desconocimiento de ese Principio, y el desconocimiento del resto de los preceptos de las Leyes Naturales del Universo, no exoneran a nadie de sus responsabilidades.
Actitudes de felicidad, de amor, de ayuda al prójimo, de fe, confianza y respeto al trabajo tranquilo, genera serenidad y esperanza. Virtudes como tolerancia, paciencia, rectitud, bondad, perdonar ofensas, todo esto genera paz y todos estos sentimientos se graban en el ADN energético y este a su vez, lo transmite a su ADN biológico.
Contrario a esto, si la persona genera vicios, miseria, odios, maldad, mentira, avaricia, codicia, sadismo, miedo, rabia envidia, resentimientos, adulancia, gula, lujuria y vileza en su ADN energético, las enfermedades se harán manifiestas en su ADN biológico.
Es por esta razón, que cada alma o esencia individual, o cada ADN energético, tendrá que encarnar una y otra vez hasta que estas energías distorsionadas, tergiversadas, exacerbadas, desvirtuadas, y deformadas alcancen nuevamente su equilibrio material y sean subsanadas.
El ADN energético es el que dispone, manda, escoge y ordena, la forma en que se ha de organizar el ADN biológico al momento de la concepción, codificando así las características físicas ideales y perfectas para la nueva experiencia de vida.
En consecuencia, tanto el ADN biológico, como el ADN energético, son en sí un identificador individual en todo el universo. No existe un ADN energético junto a un ADN biológico, igual en todo el universo.
Por otra parte, el flujo de energías que conforma el ADN energético, es el encargado de dirigir cada segmento de cada filamento físico, según sus frecuencias y vibraciones dominantes, lo que le permite a su vez comunicarse con el siguiente segmento y con su siguiente filamento, a través de constantes cómputos imperceptibles en el ADN biológico. En otras palabras, estos movimientos de energías, son el resultado de la activación individual diaria, que converge en una constante reorganización estructural en dicho ADN energético.
Es la estimulación de la actividad física y energética con y dentro de los cuales el individuo dueño y responsable de ella, tiene nuevamente la oportunidad para poder llevarla a su equilibrio y así restablecer el orden energético individual. Es el efecto que se convierte en causa, para generar nuevos efectos. Son los dictados del alma o la consciencia, para ser ejecutados por el cuerpo.
Es la Ley de Conservación de las energías en constante actividad. Recordemos que: “Las energías no se crean ni se destruyen, solo cambian de forma” (Einstein).
Mientras los patrones energéticos se van transformando, también lo van haciendo en patrones de conducta de personalidad del individuo, lo que atrae a otras frecuencias similares del entorno, a interactuar continuamente atrayendo nueva información.
Cuando todo ese proceso se hace conscientemente, toda esta información estimula la práctica de la introspección.
Es ese dialogo interno, el principio inconsciente que luego puede llegar a ser consciente, lo que estimula y activa energías relacionadas a una gran sabiduría ilimitada. En otras palabras, un proceso de transición que puede llevar definitivamente al individuo al despertar de consciencia.
En ocasiones, el constante cambio en los patrones energéticos, produce cierto tipo de dolores físicos. Los mismos son causados por el proceso de choque, amoldamiento y adaptación del ADN biológico con la información generada por el ADN energético.
Son dolores que con frecuencia no tienen explicación, mediante los cuales, se producen por el contraste que surge entre la información biológica que presenta y la información energética suministrada, como consecuencia de la transformación energética, relacionada a los miedos, temores, rabia y odios acumulados durante mucho tiempo. Lo que conlleva a un posible comportamiento irracional e impulsivo por la falta de comprensión en lo que está ocurriendo.
Cuando una persona se hace consciente de su despertar y si desea mantenerse en ese estado, debe comenzar a activar intencional y constantemente todo el cúmulo energético que lo identifica como un humano pensante.
Son energías relacionadas al racionamiento, la reflexión, el análisis, la lógica, el sentido común de la verdad, el deber, la prudencia, la disciplina y la rectitud mezclados con energías de amor, paz, dignidad, armonía, respeto y tolerancia, estas entre muchas otras.
Es practicar el control de los sentidos y el control de la mente a través del desapego, con todo aquello que lo mantiene atado al mundo físico y material, los deseos, los odios, los apegos, los afanes, las ambiciones, los caprichos, las venganzas, la gula y la lujuria. Estos entre muchos otros. Mientras este proceso se va dando, se estará también activando ciertas energías que van estimulando esa parte del cerebro que no había sido utilizada desde que comenzó el transitar individual.
Preparando Líderes para la DNA biológico vs energético
Por otra parte, cuando el individuo escoge permanecer en un estado de conciencia plena, esta actividad puede llegar a convertirse en una forma de vida, como resultado de la actividad energética que se desea alcanzar. Lo que sí es seguro, es que cuando se comienza con la práctica del proceso consciente, comenzarán a manifestarse poco a poco, una serie de sentimientos incondicionales de plenitud y bienaventuranza a pesar de las situaciones difíciles por las cuales, se está pasando.
En consecuencia, serán un conjunto de cambios que también se estarán manifestando tanto en lo personal, como en el consciente porque traen como consecuencia, darle un nuevo rumbo a la vida.
Fuente: este material lo recibí hace muchos años vía email; lo guardé sin conocer su origen… Si alguien sabe de dónde proviene, le quedo inmensamente agradecida para poder contar sobre su procedencia como corresponde…
Dejanos tu comentario sobre el artículo Diferencias Entre El ADN Biológico y El ADN Energético