Nadie habla de eso. Nadie lo está mirando. Nadie está haciendo mucho al respecto.
El mayor problema del mundo, quiero decir.
Es como si hubiera un elefante en la sala de estar y nadie quisiera admitir que está ahí.
Por eso escribí un libro en 2002 llamado Las Nuevas Revelaciones. Habla del mayor problema del mundo actual, y nadie más admitirá siquiera que ES un problema. Al menos ningún líder mundial lo hará.
Esto se debe a que el problema del mundo toca algo sobre lo que ningún líder mundial quiere siquiera susurrar.
Religión.
Durante casi dos meses después del 11 de septiembre, me pregunté sobre los acontecimientos de ese día y cómo nuestra llamada civilización avanzada podría haberlos producido. Entonces, en un momento de profunda tristeza, frustración y búsqueda interior muy similar al espacio en el que me encontraba cuando tuve la primera de mis conversaciones con Dios, una mañana muy temprano me senté y escribí:
“Dios, por favor, quédate aquí. Necesitamos ayuda».
Y Dios respondió: “Estoy aquí”.
«El mundo está al borde del desastre», escribí.
“Lo sé”, respondió Dios.
Por cierto, no ha cambiado mucho a lo largo de los años. En todo caso, las cosas han empeorado. Ahora sé que existe una escuela de pensamiento según la cual se supone que no debemos decir nada sobre esto. ¡Shhh! ¡Hablar de ello sólo agrava la situación, aumentando la energía negativa! ¡Así que habla sólo de cosas positivas! Así reza el nuevo lema de la Nueva Era. Pero no es «lanzar energía negativa» decir que el tren se acerca y que tal vez queramos salirnos de las vías.
Entonces le pregunté a Dios… ¿qué podemos hacer? Y Dios respondió: “El problema que enfrenta el mundo hoy es un problema espiritual. Tus ideas sobre la espiritualidad te están matando. Se sigue intentando resolver los problemas del mundo como si fueran un problema político, o un problema económico, o incluso un problema militar, y no es nada de eso. Es un problema espiritual. Y ese es el único problema que los seres humanos no parecen saber cómo resolver”.
Y luego, Dios habló durante todo un libro, diciéndole a la raza humana cómo resolverlo. Esa conversación con Dios se convirtió en Las Nuevas Revelaciones, uno de los libros más importantes sobre fe, religión y espiritualidad jamás escritos.
En el texto, Dios enumera las Cinco Falacias acerca de Dios y las Cinco Falacias acerca de la Vida que producen ira, violencia y matanzas interminables entre la especie humana. Dios también revela los tres Principios Básicos de la Vida que casi todas las acciones que estamos tomando ahora en este planeta violan. Luego Dios entrega Las Nuevas Revelaciones: nueve declaraciones que desafían las creencias fundamentales de casi todas las religiones importantes del mundo.
Finalmente, Dios nos invita a dar los Cinco Pasos hacia la Paz y a convertirnos en activistas espirituales promoviendo diálogos de Pasos hacia la Paz entre líderes espirituales y miembros del clero dondequiera que vivamos. Este otoño, en nuestro crucero fluvial por Europa, personalmente publicaré esos Cinco Pasos hacia la Paz en la puerta de la iglesia en Wittenberg, Alemania.
Tengo muchas esperanzas sobre el mundo después de releer este libro. Si es uno de los libros de CcD que te perdiste, quiero invitarte a regresar a la cosmología y retomarlo. Lo estaba releyendo el otro día y me di cuenta, nuevamente, de lo increíblemente importante que es y de lo acertado que está en este mismo momento.
Con los extraordinarios mensajes que se encuentran en este texto podemos formar la base de una Nueva Espiritualidad en la Tierra que nos permitirá expresar nuestro anhelo por lo Divino sin separarnos unos de otros, sin perjudicarnos unos a otros y sin matarnos unos a otros, como nuestras religiones de antaño nos han obligado a hacer.
Lee este libro y, si ya lo ha hecho, léalo de nuevo. Luego compártelo con todos tus conocidos. Creo que su mensaje puede cambiar el mundo.
Con Amor Puro,
Neale
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