Canalización Círculo del Doce – Primer miércoles – 6 de julio de 2022

Saludos, queridos; Yo Soy Kryon.

Acérquense un poco más. Este es el Círculo del Doce, y es el primer programa o episodio del mes. Cada semana hacemos un pequeño viaje y los invitamos a venir con nosotros a ese viaje. Cada vez es un poco diferente, y también hay una similitud cada vez. Hoy dijimos en la canalización que vamos a presentar un tema, y ese tema va a ser incluido en este Círculo del Doce. En estas meditaciones reflejaremos lo que sucedió en la canalización, en alguna medida.

Pero el Círculo del Doce es diferente. No necesariamente es una canalización llena de información; es una meditación llena de experiencia. La invitación a todos ustedes es para ir a un viaje. El primer mes que hicimos esto, recuerdo, en la canalización, presentar una y otra vez la pregunta: ¿Esto es real? ¿Esto no es real?

Cada vez que el ser humano cierra los ojos y entra en una visualización o en un viaje simulado, cada vez que eso sucede, hay una sensación de que no está experimentando algo real. El ser humano piensa como es, o sea que funciona en 3D mientras está despierto y cuando se duerme, es tiempo de sueño, y les asigna a los sueños una no-realidad; son simplemente sueños. Y luego se despierta, y vuelve al mundo “real”. Este paradigma es duro de romper. Y se lo hemos pedido, muy tempranamente.

¿Es posible que el ser humano pueda proyectarse a sí mismo, por medio de su consciencia, a aquello que es real, sin su cuerpo? Esa es una pregunta retórica, porque la respuesta siempre ha sido que sí. Incluso existe una palabra para eso: experiencia fuera del cuerpo.

La consciencia reina; es quién eres. El cuerpo la acompaña, cuando la consciencia está en tu cuerpo. Y cuando el cuerpo ya no está involucrado, ya sea en la muerte o no, tú aún eres tú, en el nivel central. Y puedes viajar, sin el cuerpo. Hay algunos que han hecho mucho de esto, incluso estando vivos en el planeta. Algunos de ustedes pueden hacer esto. Nosotros les estamos pidiendo que lo hagan cada semana. ¿Es posible que juntos, tú y yo, podamos cruzar ese puente metafórico, y sea tan real para ti como el estar en una silla ahora mismo es real para ti?

Sueles definir tu realidad como estar despierto en cuatro dimensiones; estar alerta, reconociendo quién eres y qué estás haciendo. Bueno, ese reconocimiento de quién eres y qué estás haciendo, puede hacerse completa y totalmente sin el cuerpo. Y mientras estás allí sentado, puedes estar en dos lugares al mismo tiempo. Te lo hemos mostrado una y otra vez. Los investigadores que han medido estas cosas, saben que es real. Eso es lo que sucede cuando expandes tu dimensionalidad para estar en más de cuatro. Cuando entras en todas las dimensiones al mismo tiempo, que es quién eres, y tocas el rostro de Dios. ¿Qué quieres decir con eso, Kryon? Quiero decir que entras en eso que es tu alma, el vehículo que es el Hogar. Ese lugar – si quieres llamarlo así – del que has venido y al que vas y vuelves de él regularmente. Hemos dicho muchas veces que eres eterno. Aquello que es Dios está representado en tu alma, y tienes a Dios en tu interior debido a eso. Tienes piezas multidimensionales en tu cuerpo, tu ADN, y todas ellas desarrollan su parte en lo que es posible con tu consciencia.

La consciencia te pone en el Campo, un aspecto multidimensional de la Tierra y del Todo Lo Que Es. Hemos hablado de eso. Eso también es medible, e incluso puede probarse. Hemos dado muchos ejemplos de cómo los humanos han hecho esto durante eones. Y allí es donde queremos que estés, en eso. Es una creencia de que puedes ir a este lugar, y cruzar el puente que, queridos, visita su esencia central, quienes son ustedes.

Desde el comienzo les hemos pedido que crucen por este puente con nosotros, hacia lo desconocido, y hemos llamado y nombrado esto: de lo conocido a lo desconocido. También les hemos recordado que, como seres humanos, suele serles difícil. Si una persona no puede visualizar, entonces ¿cómo pueden llegar a visualizar lo que conocen? Si entran en lo desconocido, ¿cómo pueden empezar a visualizar algo que nunca han visto? Esto, queridos, no necesariamente es un gran problema, porque siempre hay maneras de resolverlo. Les hemos dado algunas, también. Para quienes no pueden visualizar, o tienen problema para hacerlo, les voy a pedir que hagan esto: vengan conmigo a un viaje. Todos han caminado, todos han pasado por el puente; pueden hacerlo, no necesitan verlo en su mente, y quiero que sientan el amor involucrado al ir pasando por el puente: hay algo que empieza a llegarles. Es un sentimiento que nunca antes sintieron, o que tal vez han sentido en el Círculo del Doce, que ahora saben que es real. Es tan real como la silla o el sillón donde están sentados.

Poner intención en entrar en ese centro de ti mismo, entrar dentro de tu corazón, abre la puerta a la manifestación, a volverse más que lo que piensan que son, a descubrir la esencia de su ser. El descubrimiento del yo.

Hoy será diferente, diferente de cualquier cosa que hayamos hecho alguna vez; tendrá una clase diferente de la manera en que se hace; ya lo verán.

Están ante el precipicio, tal vez en un acantilado, mirando a un abismo. Muchos de ustedes han tenido esa experiencia, de modo que no necesitan visualizar mucho. El viaje es cruzando por el puente, pero no pueden ver qué hay del otro lado. Para muchos, esto da miedo. ¿Harían esto en la vida real? La respuesta es no. Si no pueden ver el otro lado del puente, a menos que tengan imágenes de lo que hay allá, o que los que han ido les digan: “Oh, está bien, puedes ir y vuelves”. Si estás por tu cuenta, probablemente no vas. Por eso digo, en cada episodio: “toma mi mano, yo voy contigo”. Entonces hagámoslo, ahora mismo; toma mi mano.

Este viaje tiene que ver con el amor. Al cruzar a través de la neblina que oculta lo que viene y lo que está del otro lado, lo desconocido es reemplazado por un sentimiento de amor. Caminas en manos de Dios, eso es tu alma. Caminas entrando a algo que has sentido antes, incluso si nunca estuviste en este programa. Lo sentiste antes. Porque de aquí has venido. Esta es la magnificencia del amor del Espíritu, de la compasión que existe para ti – tu nombre va aquí. Un nombre que tal vez nunca oíste, un nombre que nosotros cantamos en luz, que eres tú.

Esta vez no van a entrar en un teatro, queridos. Esta vez van a pasar por una puerta. Todos han visto una puerta. No es difícil imaginar pasar por una puerta. No tiene una puerta: es una abertura como puerta. Y ustedes pasan por allí. Y llegan a una sala muy grande. Realmente ya han estado aquí antes. Ha habido algunos Círculos del Doce donde han encontrado a muchos en este salón. O uno en este salón. Esto no es diferente. Sin embargo, esta vez no hay ninguna silla. Pero hay alguien allí; un individuo, y este individuo les resulta familiar.

Ahora, si es mi socio que hace este viaje, ese individuo sería varón, porque mi socio querría un guía varón. Un anciano varón, sabio. Si eres una mujer haciendo este viaje, esa persona sería mujer, porque quieres eso como guía, la que te conoce íntima y personalmente en el nivel del alma. Entonces simulemos por un momento que esta es una historia y el guía es un varón. Y hago esto porque es más fácil contar una historia cuando sabes el género de quien habla, pero puede ser cualquiera que desees. Entonces les da una pista sobre lo que sigue.

Vas a encontrarte con tu guía, uno de ellos. Parece que fuera uno de ellos. De modo que cambiamos al modo de contar historias, cosa que hicimos antes, tal vez en todas las parábolas, con un hombre que es un wo-man (N.T. man= hombre, woman=mujer), de nombre Wo. Y él entra en este espacio, y Wo… eres tú. Varón o mujer; y el guía está allí esperando.

El guía habla: “Bienvenido, querido. He estado esperándote. Tú sabes que te esperaba”. ¿Quién eres? Puede que digas, ¿quién eres? Y la persona responde con una voz que derrama amor, benevolencia, poder, y la reconoces muy, muy firmemente; oír esta voz te derrite el corazón, confiando. Dice: “Yo soy tus guías” ¿Lo oíste bien? “Yo soy tus guías”. Esta persona es los tres. Son los tres en uno. Este guía, metafóricamente, metafísicamente, multidimensionalmente, es todos los tres guías tuyos, unidos en una sola imagen.

Alguno podría decir: “Bueno, ¿cómo puedes estar aquí, cuando también estás en la Tierra conmigo?” A lo que el guía va a reír y decir: “Porque estoy en la tierra contigo ahora mismo. Siempre estoy contigo, dondequiera esté tu consciencia o tu magnificencia. Allí es donde estoy. Te he dicho, – este hombre o mujer sigue diciendo – que estoy siempre contigo, ya sea que me reconozcas o no, nosotros estamos aquí; caminamos contigo por la vida. Y hoy queremos mostrarte algo”.

Hay un estante, que aparentemente está flotando en el aire, justo al lado de este ser magnífico, que te pertenece. Y este magnífico ser habla y dice: “En el estante hay muchos frascos, y cada frasco está lleno hasta el borde con semillas”. (Se ríe, ajáaa). Entonces, si escuchaste la canalización, sabes que las semillas son lo que ha de sembrarse en la Tierra. Por ti, si eliges hacerlo. Y este guía, este guía magnífico, dice: “Querido, es hora. Es por esto que naciste en esta época. El Cambio está aquí. Los cambios están próximos; la luz empieza a aparecer en el planeta. Y hay un retroceso, un rechazo, a esa luz. La negatividad no quiere la luz. Es tiempo de plantar las semillas”.

Podrías preguntar: “¿Estas semillas son nuevas? ¿Acaban de llegar? ¿Es algo que recién ocurrió en este estante?” Y el bello guía frente a ti sonreirá y dirá: “Oh, no. Tú viniste con ellas. Viniste con ellas en tu última vida e incluso en la vida anterior. Fue para que te acostumbraras a ellas y que fueran parte de ti, pero no es hasta que sale el sol que puedes plantarlas”. ¿Estás entendiendo esto?; es una metáfora del Cambio: el sol ha salido. Y el guía dice: “Elige tus semillas”. Y ves que tienen rótulos: Benevolencia; Bondad; Cambio en el Planeta; Salud para ti; Entendimiento. Es diferente; no son cosas; son conceptos, cada uno de ellos.

Y algunos parecen personales, y algunos no lo son, algunos son planetarios. Vas por el primero de los frascos. “¿Por qué hay una diferencia? ¿Elijo uno que necesito?” Y el guía dice: “Esto es de libre albedrío, siempre es libre elección. Mira los rótulos”.

Tú miras los rótulos y dices: “Me gusta este. Dice: Cosas Que Debiera Saber. Y Cosas que luego se manifestarán, que yo sabré, en el planeta”. Oh, ese es un concepto que puedes sentir, querido, ¿lo captas? Y lo eliges. Y cuando lo eliges, el guía dice: “Está hecho. Estas son las semillas que llevarás contigo, cuando regreses a tu silla. Estas son las semillas que inmediatamente empezarás a sembrar en esta Tierra”.

“Y cuando vayas a este Círculo del Doce en este mes, vamos a aparecer de nuevo, y elegirás otras semillas que necesitas en esa ocasión, pero las que has elegido esta vez, verdaderamente tiene que ver más con entender lo que necesitas saber en este momento para tu vida. Entonces la invitación, querido – te dice el guía que representa a todos los guías – es que te vayas de este lugar después de reflexionar en este amor conmigo, porque voy a permanecer contigo por un rato. Vamos a bendecir estas semillas juntos, las energizaremos y las activaremos, tú y yo. Porque al terminar esto, las tendrás, figurativamente, en tu mano, en la silla. Y empezarás a ingresarlas en el suelo, y a cubrirlas, cada una. Y empezarás a ver las cosas que necesitas saber y necesitas entender. Y entrarán directamente en el Campo. Y el planeta sabrá que estuviste aquí”.

Quédate. Quédate y haz que se bendigan estas semillas que elegiste. Quédate y haz que estas semillas que elegiste se arraiguen en ti. Activadas dentro de ti, para que cuando regreses, no serás el mismo. Quédate.

Y así es.

Kryon

Transcripción y traducción: M. Cristina Cáffaro

Fuente: Traducciones Para El Camino