
Plano corporal: pulmones (contacto, comunicación, libertad), caja torácica (sentimiento del yo, personalidad).
Plano de los síntomas: engreimiento del área de la comunicación a costa del intercambio real (encontrar e interpretar el problema de base -› asma o -› bronquitis): disminuye la función respiratoria ya que no puede expulsarse del todo el aire; el corazón (derecho) se daña; apariencia de poder cuando se infla la caja torácica, que se dilata desde el interior gracias a los pulmones: detrás del deseo de poder se percibe el colapso; resaltar en exceso la toma de aire (tomar) frente a su expulsión (desprenderse); rigidez (tórax de tonel) que no permite flexibilidad ni sinceridad (apertura) para la energía vital (respiración); la persona “inflada” se aprovecha del «tono convincente de pecho» que es controlable.
Realización: las áreas de la comunicación y del contacto se dilatan desde dentro, amplían con sus propias fuerzas su poder y esfera de influencia; buscar mayor consecuencia y estructura en el intercambio; confesar la reserva y limitación de la comunicación que se ocultan detrás del tamaño aparente; reconocer el descalabro propio y aceptarlo como punto de partida y misión; reconocer los riesgos para el corazón y el área de los sentimientos que proceden de las limitaciones en la comunicación y el intercambio; aprender a compartir en lugar de hincharse; reconocer la comunicación como posibilidad bipolar donde al tomar le corresponde directamente el dar; mayor receptividad psíquica para descargar al cuerpo de la problemática del tomar; dar menos, en el sentido psíquico para conservar más y aligerar a los pulmones de sus problemas de desprendimiento.
Resolución: descubrir los pulmones como alas: volar con los pensamientos manifestados y la ligereza de la comunicación equilibrada; armonía del dar y del tomar.
Relación con los principios elementales: Mercurio / Júpiter.
Tomado del libro La Enfermedad Como Símbolo por Ruediger Dahlke.
ENFISEMA PULMONAR
Cuando aún soy feto y cuando se forman mis pulmones, esto indica mi compromiso a estar aquí, mi acuerdo a decir sí, esto haciéndose merced a mi respiración. Si tengo miedo de la vida o si quiero que alguien más se cuide de mi propia vida, mis pulmones podrán conocer algunas dificultades. Respirando superficialmente, me protejo contra el hecho de tener que tratar con la realidad. Vivo ansiedad y tengo miedo porque me siento amenazado.
Mis pulmones se dilatan y se contraen y esto corresponde a mi capacidad para ampliar, compartir, entrar en la vida o para contraerme, aislarme, retirarme de la vida. Estar afectado de un enfisema pulmonar significa que tengo dificultad en respirar y que me siento oprimido por el esfuerzo. Gracias a la respiración, aspiro la vida en mí. ¿Porqué tengo dificultad en tomar la vida? ¿Es mi modo de huir la vida? ¿Ya no me interesa la vida, ya no tengo ningún interés? Tengo grandes miedos y uno de ellos, es afirmarme y tomar mi lugar. ¿Porqué la vida perdió todo su sentido para mí? Me siento arrinconado. No he aprendido a ser yo mismo y a tomar el lugar que me corresponde; vivo en función de los demás. Mis frustraciones y mi disgusto me ahogan. Tengo la sensación de que no me merezco vivir.
Tomo consciencia de que cada cual tiene su lugar y que debo tomar el mío. Acepto amarme más, afirmarme y expresar mis necesidades, en una palabra, ser YO. La opresión que sentía está sustituida por el suministro de aire y de vida en mis pulmones. Veo otra vez todas las posibilidades que me ofrece la vida. Vuelvo a saborear la felicidad.
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