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Artículo Venéreas – Enfermedades de transmisión sexual

Una enfermedad venérea puede sugerir que subsiste un sentimiento de culpabilidad frente a mi sexualidad. Frecuentemente, la educación religiosa me reveló la sexualidad como algo sucio e impuro. Sintiéndome avergonzado, creo que debo castigarme rechazando mis partes genitales. Me auto – castigo y me auto – destruyo.

La energía sexual es sumamente importante y poderosa, forma parte integrante de mi programa genético para la supervivencia de la especie. En consecuencia, una enfermedad venérea implica una afección o una infección vinculada a esta energía. Si la desestimo, tendrá tendencia a girarse contra mí, a volverse “enferma”, dándome así la ocasión de descubrir que lo que hago está en desarmonía con el flujo natural y el equilibrio de esta energía.

Es importante que acepte que la sexualidad es un modo de expresar mi amor y mi deseo de unirme al otro.

Tomado del libro El Gran Diccionario de Las Enfermedades por Jacques Martel.

Enfermedades de transmisión sexual

Plano corporal: pueden afectar a todas las regiones corporales, pero la puerta de entrada al problema es la región sexual (sexualidad, polaridad, reproducción).

Plano de los síntomas: grupo de cuadros patológicos de valoración muy negativa, donde no debe nunca valorar sino interpretar; por lo demás, desde el punto de vista estadístico, toda la vida es una enfermedad transmitida por el coito y de final mortal; contra el sentido biológico verdadero del coito, al transmitir los espermatozoides, se transmite otros organismos, que ponen en marcha una vida completamente distinta; peligrosidad del cambio de pareja sexual; la biología parece recompensar la fidelidad; conflictos (inconscientes) sobre la sexualidad y el sexo; sentimientos de culpa con la tendencia inconsciente a castigarse por saltar de un lado a otro: dañarse uno mismo y a la propia pareja.

Realización: reconocer la sexualidad como parte integrante de una vida satisfecha; si existe separada de lo espiritual-psíquico, tiende a integrar la falta de vitalidad por otras vías; dejarse estimular por el éxtasis en lugar de dejar entrar a los agentes patógenos; abrir las propias fronteras a la pareja y al éxtasis erótico; protegerse manteniendo la limpieza en las cuestiones sexuales; ser conscientes de que a partir de mínimos conflictos y falta de limpieza en el sexo, que simboliza la ocupación con la polaridad, pueden originarse complicaciones graves; liberar al sexo de sus sentidos peyorativos y reconocerlo y aprender a disfrutarlo como garante de la supervivencia de la humanidad y como reino del placer; aprender a elegir: la elección correcta de la pareja elimina el problema; encender el alma con la antorcha del sexo; dejar que el fuego del éxtasis afecte a todo el ser.

Resolución: reunir la forma y el contenido; el amor sexual unido al espiritual-psíquico conduce a relaciones firmes y evita el peligro; solucionar el problema del trato con la polaridad y de la realización de esos conocimientos en la vida práctica; descubrir en la sexualidad las fuerzas que inciden profundamente en todos los niveles de la existencia (Tantra-Yoga).

Relación con los principios elementales: Venus / Plutón.

Tomado del libro La Enfermedad Como Símbolo por Ruediger Dahlke.

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