
Después de 45 años, un hombre recorrió todo un país en busca de la mujer que lo cuidó como su nana… y la encontró.
En la década de los 70, Ana Jiménez, una mujer de Cochabamba, Bolivia, enfrentó uno de los momentos más desgarradores de su vida: convencida de que una enfermedad grave acabaría con ella, tomó la difícil decisión de dar en adopción a sus dos hijas. Poco tiempo después, el destino le trajo a un bebé sueco de apenas seis meses llamado Juan Jonsson, hijo de misioneros. Sin saberlo, ese niño llegó justo cuando Ana más necesitaba sanar su corazón roto. Lo crio con la ternura de una madre que había perdido todo… y con un amor que dejaría huella.
Años más tarde, aquel bebé creció y se convirtió en pastor en España. Aunque pasaron décadas, nunca la olvidó. Determinado a encontrarla, lanzó una campaña llamada “Finding Ana” y logró localizarla en Yacuiba, donde Ana se ganaba la vida vendiendo dulces en la calle. El reencuentro fue tan emotivo que conmovió a miles en redes sociales. Pero Juan no solo vino a darle un abrazo: también le entregó dinero para que pudiera construir su casa y tener una vida más digna.
Y como si la vida quisiera cerrar todas las heridas, una de las hijas adoptadas de Ana vio el video y decidió buscarla también. “Estoy asombrado con todo lo que está pasando”, confesó Juan, quien ahora planea leer en su iglesia una carta escrita por esa hija perdida. Así, un capítulo que empezó con dolor está encontrando su final en el amor.
A veces, la vida espera medio siglo… solo para volver a juntar lo que una vez se separó.
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