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Artículo Claustrofobia

Claustrofobia viene de la palabra latina “claustro” que significa “encerrado”. Es pues el miedo irracional de estar ahogado o cogido en una situación o en un lugar cerrado (ascensor, avión, cueva y túnel) en donde no tengo ningún control sobre lo que acontece. Por este motivo, sufro de claustrofobia, la angustia de vivir en lugares “cerrados”, solo o con otras personas. Esto puede proceder del momento de mi nacimiento, cuando debía pasar por el “túnel” del cuello uterino. Pude captar el miedo de mi madre en ese momento. Así, el miedo puede proceder del momento en que me hallaba en ese lugar cerrado y seguro que era el útero de mi madre y que las contracciones me obligaron a dejar, lo cual hizo nacer en mí un gran miedo a lo desconocido, a lo que puede suceder. Así, encontrarme en un lugar cerrado puede recordarme este gran miedo que grabé en mí. Tengo la sensación de estar preso y cerrado en una situación en la cual estoy totalmente sin poder. ¿Qué debo hacer?

Comprobar primero si este miedo no vendría de cualquier pensamiento, una fijación mental cuyo origen se vuelve a los primeros períodos de mi vida. La mayoría del tiempo, esta fobia procede de un “temor sexual” que se habría dado ya en la infancia. Esto no necesariamente significa que tuvieron lugar contactos o abusos sexuales sino más bien que el temor fue grabado en la memoria emocional y que me sentí atrapado o que tuve miedo de sentirme atrapado en esta situación de carácter sexual.

Acepto pasar a la acción y liberarme de ésta por el medio que mejor me convenga. Frecuentemente, una psicoterapia podrá ser oportuna para cambiar la memoria emocional y llevarme a vivir con más libertad interior.

Extraído del libro “El Gran Diccionario de Las Enfermedades” por Jacques Martell.

Claustrofobia

Plano de los síntomas: temor extremo a los espacios cerrados o estrechos: se hace consciente la falta de salida; revivir la situación del nacimiento no elaborada.

Realización: asimilación del trauma del nacimiento (por ej. Mediante una terapia de reencarnación, terapia respiratoria); reconocer detrás de la angustia (estrechez) el aspecto nutricional del vientre materno; entrar conscientemente en las profundidades del miedo y de la angustia hasta que se conviertan en amplitud; descubrir en el recogimiento los aspectos positivos de la cercanía.

Resolución: ver la vida como una cadena de nacimientos que hemos ido viviendo; tras toda estrechez volver a adaptarse a la amplitud, que abre una nueva visión de la vida.

Relación con los principios elementales: Plutón.

Extraído del libro “La Enfermedad Como Símbolo” de Ruediger Dahlke.

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