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Artículo Cuando el pasado se hace presente

Muchas veces, y sin tener intención de nada, pueden surgir los re cuerdos*… Esto es común que acontezca, y puede ser para nuestro mayor bien. Suele suceder, sobre todo, cuando estamos recorriendo el camino de encuentro con un@ mism@, cuando estamos trabajando la autoobservación, y/o haciendo alguna terapia que nos lleva a recordar “sin querer queriendo…”.

Cuando el pasado se hace presente sin ser invitado a mi aquí y ahora, pueden ocurrir dos cosas:

1ro.Que siga enojada, resentida, o dolorida por aquél momento, por lo cual aún, tanto tiempo después, me sigo victimizando.

2do. – Que todavía me haya quedado sin ver qué tuve que aprender de aquello; por lo tanto, estoy intentado responsabilizarme y hacerme cargo de la situación para, por fin, ¡cerrarla en la luz de mi aprendizaje!

En el primero de los casos, además de darme cuenta y de entender que soy co creadora de cada suceso en mi vida; de que todo lo vivido es para mi mayor bien en esta experiencia / escuela en el planeta; de que todo me brinda lo mejor para crecer y evolucionar…, sólo queda perdonarme y perdonar, es decir, ¡dejar que todo eso se vaya de mí para quedar más crecida y libre!

En el segundo caso, donde el recuerdo se presenta a sabiendas mías (aunque en el momento lo considere “casual”, me tengo que detener a ver cuál es el aprendizaje que me ofreció.

Es probable que, en cualquiera de las dos situaciones, dejemos pasar la oportunidad de ver… Nunca se nos enseñó que todo tiene un sentido y una razón de ser. Solemos vivir en la aleatoriedad…

Nada es casual, por el contrario, todo es causal. Se origina en mí, viene de mi subconsciente o inconsciente a darme un mensaje ya que, al querer ver / me… ¡las respuestas siempre llegan!

Por lo tanto, en cualquiera de los dos casos, los mensajes vendrán a querer darnos luz… De cada un@ de nosotr@s depende mirar o ignorar. Si miro, aprendo; si ignoro, volveré a repetir historias viejas, aquí y ahora. La ignorancia complota para vivir perseguida por el fantasma del pasado.

Como ya he comentado muchas veces, cuando ganamos consciencia, liberamos karma. Es decir, dejamos de vivir experiencias para equilibrar situaciones viejas. Tener consciencia nos permite dar el mejor paso en nuestra vida, el paso que también es muy bueno para los otros, por ende, el Universo nos premia con esa liberación de vivir situaciones de dolor.

Hace muy poco leí: “suelta la mochila que la vida es liviana…”

Con cada observación de nuestras experiencias menos lindas, vamos evitando otras nuevas, y vamos quitando peso a nuestra mochila.

Uno elige vivir por consciencia o vivir por dolor.

De mi parte, la elección está hecha: recorrer mi existencia en la autoobservación amorosa de mí misma y de cada experiencia.

¿Cuál es tu elección?

¡Gracias Por Asumir Nuestro Poder!!!

 

* Re cuerdo: cuerdo viene del latín cordis que significa «corazón». Por lo tanto, recordar va más allá de la mente. Recordar significa volver a pasar por el corazón… con toda la connotación que ello implica.

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