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Artículo Fisiología de la Meditación, efectos y beneficios.

Fisiología de la Meditación

Durante la práctica de la meditación se producen importantes modificaciones en algunas funciones fisiológicas y en la actividad cerebral. Para comprender los efectos de la meditación hay que tener en cuenta la naturaleza del cerebro y las características de su funcionamiento.

El cerebro está constituido por millones de células nerviosas llamadas neuronas. Cada neurona está conectada directa o indirectamente con todas las demás, formando una compleja red de interconexiones donde los impulsos nerviosos transmiten de una a otra, a lo largo de todo el circuito. Los impulsos nerviosos sólo se transmiten si la carga eléctrica de la neurona alcanza determinado nivel. Cuando esto sucede se produce una descarga que da orgien a las ondas cerebrales.

Las ondas eléctricas que emite el cerebro son muy similares a las ondas de radio y pueden ser cuantificadas y medidas mediante el electroencefalograma (registro gráfico de los impulsos eléctricos del cerebro). Los científicos han clasificado las ondas cerebrales en cuatro bandas, que de mayor a menor frecuencia, son las siguientes: beta, alfa, theta y delta. No obstante, esta clasificación de las ondas cerebrales no hay que entenderla de forma rígida, ya que entre las cuatro bandas no existe una frontera exacta y su actividad fluctúa y se interpenetra.

Las ondas cerebrales poseen amplitud y frecuencia, que se miden en ciclos por segundo, y voltaje, que se mide en microvoltios. Las investigaciones científicas han puesto de manifiesto la relación existente entre la frecuencia el voltaje y la amplitud de las ondas cerebrales con los distintos estados de consciencia. (Las ondas cerebrales son una manifestación de la actividad del cerebro que permite conocer la aparición de los distintos estados de consciencia)

Describimos a continuación las cuatro bandas de las ondas cerebrales de mayor a menor frecuencia:

Ondas Beta

Las ondas beta presentan una amplitud baja y una frecuencia alta que oscila entre 13.0 y 30.0 c.p.s. (ciclos por segundo). Se emiten profusamente durante el estado de vigilia, y están relacionadas con el nivel de consciencia externo y la actitud de extroversión. Las ondas beta predominan cuando se realiza algún trabajo físico o mental aunque, si esta tareas son fáciles, también pueden realizarse durante la emisión de ondas alfa. El análisis intelectual y la percepción a través de los cinco sentidos se realiza en el nivel de actividad beta. La cultura occidental ha favorecido de forma exclusiva el desarrollo de este nivel en detrimento de los demás.

Ondas Alfa

Las ondas alfa presentan una frecuencia más baja que las beta, oscilando entre 8.0 y 12.0 c.p.s.. Están relacionadas fundamentalmente con la relajación profunda y algunos estados de meditación. Durante la emisión de ondas alfa la mente racional y los sentidos disminuyen su actividad, mientras que parte del potencial latente en el cerebro puede entrar en acción. Algunos de los efectos que produce el predominio de las ondas alfa son:

  • Experiencia placentera de descanso y ausencia de ansiedad y tensión.
  • Concentración sin esfuerzo.
  • Aumento de la creatividad.
  • En la frecuencia alfa puede captarse información que no es accesible a través de los órganos de percepción.
  • Existe mayor capacidad y claridad para resolver los propios problemas.
  • Puede influir sobre las funciones autónomas, como: el ritmo cardíaco, la circulación sanguínea, el umbral del dolor-placer, la función digestiva, la transpiración, la temperatura corporal, la resistencia de la piel, etc.
  • Al nivel de actividad alfa puede accederse voluntariamente a través de la relajación consciente y de la meditación. Desgraciadamente, es una posibilidad que ha sido desaprovechada durante mucho tiempo, lo que ha ocasionado el empobrecimiento psicológico y mental de muchos seres humanos.
  • El nivel alfa es una dimensión inmensamente rica que toda persona interesada en su crecimeinto personal debe explorar y utilizar conscientemente.

Ondas Theta

Las ondas theta tienen un ritmo más lento que las ondas alfa, oscilando su frecuencia entre 4.0 y 7.0 c.p.s.. Se manifiestan principalmente durante el sueño (con ensueño). Aparecen también en los estados de meditación profunda, intensa creatividad, en los fenómenos de percepción extrasensorial y bajo los efectos de la anestesia.

Ondas Delta

Las ondas delta tienen la frecuencia más baja y una amplitud alta. Son extremadamente lentas, oscilando entre 0.5 y 4.0 c.p.s. Se manifiestan durante el sueño profundo. Si se consigue entrar y permanecer consciente en el nivel delta, se alcanza el estado de turiya (superconsciencia), que es el último peldaño de la meditación, donde desaparecen las barreras entre consciente, subconsciente e inconsciente. La mente opera de forma totalmente integrada.

Las ondas cerebrales tienen también un voltaje o fuerza de la energía que se mide en microvoltios. El número de microvoltios está relacionado con la potencia de la fuerza mental. Los yoguis en estado de meditación registran un número elevado de microvoltios, mientras que en la actividad cerebral ordinaria es muy inferior.

Los cuatro tipos de ondas cerebrales se manifiestan en el individuo de forma automática, según el estado mental en que se encuentre. En el nivel de vigilia aparecen las ondas beta, mientras que durante el sueño se produce la actividad de ondas theta, y en el sueño profundo predominan las ondas delta. Las ondas alfa se manifiestan durante el transcurso del estado de vigilia al estado de sueño y se presentan ocasionalmente sobre todo en momentos de tranquilidad y sosiego.

En el individuo común el paso de un tipo de onda cerebral a otro sucede mecánicamente, permaneciendo fuera de su control el inducir voluntariamente las ondas de frecuencia más bajas (alfa y theta). Los yoguis bien entrenados acceden voluntariamente a los estados alfa y theta, lo que les permiten manejar su mente subconsciente e influir sobre las funciones fisiológicas involuntarias que rige esta área de la mente. El yogui, valiéndose de la concentración y la meditación, bucea conscientemente en los niveles alfa y theta. Así descubre y aprovecha las inmensas posibilidades del potencial que yacen en su interior. No obstante, cualquier persona con un entrenamiento suficiente puede inducir progresivamente dichos niveles cerebrales, y desarrollarlos a voluntad. Como casi todas las cosas en la vida, es cuestión de aprendizaje y práctica.

Las investigaciones científicas realizadas con yoguis y meditadores de todo el mundo, evidencian que durante el estado de meditación predomina una lenta actividad alfa. Si ocasionalmente surge un estado devocional exaltado aparecen las ondas beta. Cuando se alcanza el estado de meditación profunda se manifiestan las ondas theta. Los experimentos científicos realizados sobre el yogui Swami Rama demostraron su gran capacidad para inducir progresivamente las ondas alfa, theta y delta manteniéndose consciente en todo momento. Una vez finalizado el experimento, Swami Rama recordaba perfectamente los comentarios que hicieron los investigadores, mientras su cerebro emitía ondas delta.

EFECTOS Y BENEFICIOS DE LA MEDITACIÓN

La práctica de la meditación beneficia globalmente todas las estructuras y niveles de la persona. Sus efectos positivos se reflejan en los aspectos físico, emocional, mental y espiritual. A continuación enumeramos sus repercusiones más importantes, así como los cambios que genera en la actitud y vivencias del practicante.

  • Reduce el consumo de oxígeno y la producción de dióxido de carbono.
  • Reduce la constricción de los vasos sanguíneos, disminuye la presión sanguínea, e intensifica la circulación.
  • La concentración de lactato en la sangre disminuye notablemente. Esta substancia está asociada a los estados de ansiedad y tensión. Con su disminución desaparecen dichos estados.
  • Aumenta sensiblemente la resistencia eléctrica de la piel. La resistencia alta de la piel está relacionada con los estados de relajación, mientras que una resistencia baja indica estados de tensión.
  • Ajusta el funcionamiento del sistema límbico, mejorando la respuesta emocional ante los acontecimientos y los estímulos externos.
  • Equilibra la actividad del sistema nervioso.
  • Desciende la frecuencia de las ondas cerebrales, predominando los ritmos alfa.
  • Incrementa la actividad del hemisferio derecho del cerebro, que es el responsable de la orientación en el espacio, la creatividad, la intuición, el conocimiento holístico, etc.
  • Proporciona una profunda relajación física, emocional y mental.
  • Mejora la salud y estimula los procesos autocurativos.
  • Genera vitalidad, aumentando las reservas de energía y el uso productivo de estas.
  • Incrementa la resistencia al stress y a los desórdenes psicosomáticos.
  • Mejora la calidad del sueño e induce niveles de descanso más profundo, que propician la regeneración de todas las células del cuerpo.
  • Regulariza el conjunto de todas las funciones fisiológicas.
  • Proporciona estabilidad nerviosa y erradica la dependencia de tranquilizantes, somníferos y drogas.
  • Induce el equilibrio entre Ida y Pingala y activa los Chakras.
  • Potencia el sentido común y el sentido del humor.
  • Purifica la mente. Disuelve los Samskaras (pensamientos) negativos, y elimina todo tipo de bloqueos, fobias, complejos, miedos, traumas, ansiedad, tensión mental, etc.
  • Proporciona un estado mental claro, sereno, objetivo y ecuánime.
  • Aumenta la percepción, la atención y la concentración.
  • Desarrolla el estado de alerta y presencia en el aquí-ahora.
  • Despierta la creatividad y actualiza el potencial latente de la mente.
  • Genera cualidades y emociones positivas: amor, generosidad, solidaridad, desapego, compresión, compasión, etc.
  • Proporciona confianza y seguridad en uno mismo.
  • Aumenta la espontaneidad y destruye los viejos hábitos y patrones mecánicos de comportamiento.
  • Mejora el desarrollo de las actividades cotidianas (estudio, trabajo, deporte, etc.) y la relación con los demás.
  • Genera una actitud de apertura mental y psicológica.
  • Integra las diversas facetas de la personalidad y armoniza al individuo con la naturaleza y los ritmos cósmicos.
  • Desarrolla el conocimiento de uno mismo, la conciencia espiritual y lleva a la experiencia del Ser, el Samadhi.

 

Edición: Romina Medina – Profesora de Hatha Yoga Dinámico.

Fuente: http://yogaconciencia.blogspot.com/search/label/ondas%20cerebrales de Patricia Aballay – Libro «Claves del Yoga» – Swami Digambarananda Saraswati

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