Artículo Yoga Restaurativo: Alivio Para Cuerpo y Mente

Con la explosión del yoga en Occidente, ha habido una afluencia de los estilos de yoga. En este caso hablaremos del Yoga restaurativo, una práctica que lleva al yogui a obtener, dentro de otros beneficios, una experiencia de recuperación y una total curación.

¿Qué es?

El Yoga restaurativo es una forma de yoga que busca la relajación física, mental y emocional con la ayuda de los apoyos mediante el uso de accesorios que facilitan el equilibrio mientras se estimula la relajación del cuerpo. Todas las posturas del yoga restaurativo son beneficiosas para el cuerpo en general, sin embargo, algunas poses benefician específicamente el corazón y los pulmones.

En qué consiste

Es una técnica muy distinta a los tipos de yoga convencionales. Se trata de reducir la velocidad y abrir el cuerpo y la mente a través del estiramiento pasivo. Si tomas una clase restaurativa, prepárate para realizar una cantidad limitada de movimientos. Se hacen sólo algunas posturas en el transcurso de toda la sesión que dura aproximadamente una hora.

Durante las largas suspensiones, los músculos se relajan profundamente. Es una sensación completamente diferente de otros tipos de clases de yoga, ya que los implementos se utilizan para apoyar el cuerpo y los músculos. Las clases restaurativas son muy suaves por lo que funciona como un buen complemento a otras prácticas más activas de yoga; un excelente antídoto para combatir el estrés.

Origen

El yoga restaurativo moderno se deriva de un estilo de yoga que fue inventado por BKS Iyengar, quien es ampliamente considerado como uno de los más grandes maestros de yoga en el mundo. Iyengar instruyó a sus estudiantes a hacer uso de los apoyos para perfeccionar sus poses, y se dio a conocer bajo el método Iyengar Yoga, el cual sentó las bases para el desarrollo de yoga restaurativo. Más tarde, uno de los estudiantes de Iyengar, Judith Lasater, hizo del yoga restaurativo una forma popular de yoga en todo el mundo.

Beneficios

El yoga restaurativo proporciona alivio para todo el cuerpo físico y la mente. Es especialmente útil cuando se necesita reducir la fatiga y el estrés que resultan de las actividades diarias. También ayuda al yogui a recuperarse de las enfermedades y lesiones; superar la depresión emocional y la ansiedad que son causadas ​​por eventos traumáticos, como el divorcio, la pérdida de algún trabajo y la muerte de un ser querido.

Se sabe que el yoga restaurador puede activar el sistema nervioso parasimpático, lo que permite el control automático del cuerpo. En efecto, el sistema nervioso regular se encontrará reposo y los músculos estarán más relajados. La práctica constante de yoga restaurativo hace que el cuerpo sea menos vulnerable a las enfermedades relacionadas con el estrés y ayuda a alcanzar una salud óptima.

Entre otros beneficios encontramos:

• Ralentiza el ritmo de vida
• Incrementa la atención
• Mejora la flexibilidad
• Reduce la grasa y ayuda a bajar de peso
• Estimula el sistema inmune
• Relaja la mente

Posturas

Muchas posturas de yoga restaurativo son similares a las posturas de estilos de yoga más convencionales, excepto que se llevan a cabo con uso de apoyos. Antes de comenzar a realizar cada pose, es necesario realizar un calentamiento con cualquier saludo al sol o vinyasa suave. Cada pose de yoga restaurativo tiene que mantenerse durante unos minutos. Mejor aún si se prolonga por 10 o 15 minutos.

Uso de accesorios

Foto de www.pranastudioyoga.com

Si deseas practicar yoga restaurativo, es necesario que te asegures de contar con una amplia gama de accesorios. La mayor parte del tiempo, se utilizan collarines, almohadas, mantas, sillas, barras y bloques para ayudar a alcanzar posturas perfectas. El objetivo principal de los apoyos es proporcionar un soporte al cuerpo cuando se hacen los estiramientos. Por lo tanto, los apoyos deben ser del tamaño adecuado para algunas poses específicas. Un apoyo que conserve una diferencia de una pulgada de más o de menos, puede causar incomodidad y por ende, la desconcentración cuando se está tratando de alcanzar una pose.

En el caso de practicar, por ejemplo, una pinza hacia delante sentado (Paschimottanasana), puede ser reparadora mediante la colocación de una almohada o varias mantas dobladas en la parte superior de las piernas. Así, la inclinación hacia delante sea totalmente compatible con el torso entero, permitiendo descansar sobre los apoyos.

Qué esperar de una clase de yoga restaurativo

El participante debe prepararse para alcanzar una relajación profunda. El profesor dispondrá los apoyos necesarios.

Las luces de la sala pueden ser atenuadas con una música suave. Si el ambiente es frio, se recomienda mantener los calcetines y una sudadera, ya que el cuerpo no se calentará igual que en una clase de yoga regular. En algunas posturas, el profesor puede proporcionar unas mantas adicionales para conservar el calor.

Después de que se configura una pose con el uso de los accesorios, es necesario mantener la postura durante un período prolongado entre 10 y 20 minutos. La respiración es primordial para mantenerse en las posturas. El maestro puede comunicarse a través de la música de meditación, dependiendo de su estilo. Sólo se pueden hacer cuatro o cinco posturas en el transcurso de una clase. Al final de la sesión, el cuerpo se siente abierto y fresco. Al día siguiente es normal sentir un poco de dolor por el estiramiento profundo.

Edición: Romina Medina – Profesora de Hatha Yoga Dinámico

Fuente: https://www.relajemos.com/yoga-restaurativo/