Plano corporal: pies (resistencia, arraigo).
Plano de los síntomas: indican dónde le aprieta a uno el zapato; determinadas zonas de la cabeza (en los dedos de los pies hay zonas reflejas de la cabeza) se encuentran bajo presión; intentar reforzar los puntos débiles, aunque un exceso de coraza acaba por dañar también.
Realización: buscar dónde se encuentra el punto de presión (mapa de las zonas reflejas del pie); medidas espirituales-psíquicas de autoprotección; enfrentarse a lo que oprime; renunciar al punto de apoyo que provoca una contrapresión; preguntarse dónde duele el zapato (de la vida); darse más libertad en los pies (zapatos más grandes); buscar puntos de apoyo más cómodos donde realmente pueda uno apoyarse.
Resolución: ser más generoso con uno mismo; adoptar posiciones más cómodas; dar espacio a las raíces propias; dejarse espacio de movimiento.
Relación con los principios elementales: Neptuno / Saturno.
Tomado del libro: La Enfermedad Como Símbolo.
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