Cuando ocurre algo trascendental en la vida diaria, es muy fácil caer en una mentalidad tridimensional, separándonos en «nosotros» y «ellos», justificando por qué «a nosotros» nos molestan ciertas cosas que ellos están haciendo. Si solo DEJASEN de hacer o ser ESO que están haciendo o siendo, todo sería perfecto.
La verdadera sabiduría entra en la situación cuando incluso UNA PERSONA en la congregación es capaz de REMONTARSE POR ENCIMA del conflicto en cuestión y comenzar la tarea necesaria de adueñarse y experimentar la situación desde MUCHOS puntos de vista diferentes, en lugar de solo uno o dos. Y cuanto más se acerque a aceptar y experimentar profundamente a esas personas o situaciones que parecen ser tan DIFERENTES a él o a ella, más comprensión intuitiva entra en el cuadro, a raudales.
En un momento, están EN una escena, sintiéndose y siendo afectados profundamente por las personas y las cosas que suceden allí, y en el momento siguiente se CONVERTEN EN LA ESCENA, en cada parte, hasta el más mínimo detalle. De inmediato, una avalancha de nueva información comienza a llenar su mente y su corazón. Repentinamente, lo que antes parecía imposible, impasible, comienza a cambiar. Se levanta un velo, revelando una serie de soluciones y percepciones que estaban totalmente fuera del alcance de su mente separada.
Publicado en Facebook 27.11.17
Traducción: Susana Peralta
© Daniel Jacob – http://www.reconnections.net
Fuente: El Manantial del Caduceo
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