
Querido amigo/a,
Espero que hayas podido coger unos días de vacaciones y estés disfrutando también de unos días de descanso. En estos periodos de renovación, es muy importante pararnos a pensar en cómo podemos mejorar nuestra vida y la de otras personas.
En esta ocasión, quería compartir contigo una reflexión que siempre me ha conmovido. El psiquiatra suizo Carl Gustav Jung decía: «Lo que se resiste persiste y lo que se abraza se desvanece». ¿No te parece fascinante?
«Lo que se resiste persiste y lo que se abraza se desvanece»
Carl Gustav Jung
En el recorrido de nuestra vida, todos atravesamos momentos en los que nos resulta difícil amarnos plenamente. Especialmente, esas partes de nosotros que no encajan perfectamente con nuestras expectativas, que en ocasiones rechazamos o que simplemente nos incomodan. Sin embargo, aquí reside el secreto: la verdadera transformación surge del amor sin condiciones, de ese abrazo afectuoso que debemos darnos y que tanto necesitamos.
Este verano, te invito a probar lo siguiente: en lugar de contemplar nuestras imperfecciones como obstáculos, abracémoslas como grandes oportunidades para reconectar con nuestra verdadera esencia. En este proceso, la luz que iluminará con mayor intensidad, indudablemente será, la luz del amor. Una luz capaz de disipar cualquier sombra.
Esto no quiere decir que no debamos intentar mejorar aquello que no nos gusta de nosotros, sino más bien, quiere decir que debemos aprender a amarnos a pesar de ello.
Mi invitación este verano es a que dejemos atrás la noción de amarnos de forma parcial o fragmentada. Optemos por abrazarnos en nuestra totalidad, con todas nuestras peculiaridades y limitaciones. Porque, ¿sabes qué? Dentro de esas limitaciones también se encuentra nuestra grandeza. A veces, amar incluso aquello que nos limita puede representar el primer paso hacia nuestra verdadera libertad interior.
Recuerda que “la meditación del corazón” puede ser una gran aliada para lograr este objetivo y puedes escucharla de forma gratuita tantas veces como quieras a través del siguiente.
El camino hacia el amor propio y la autotransformación no siempre es sencillo, pero cada paso que damos nos acerca un poco más hacia esa sensación de paz interior que tanto anhelamos.
Antes de despedirme, quería desearte un buen final de verano y agradecerte el que estemos caminando juntos en este viaje de transformación interior.
Un fuerte abrazo,
Dr. Mario Alonso Puig.
Fuente: Mario Alonso Puig
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