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Artículo SIDA

Si llevo el virus del sida (V.I.H.: virus de inmunodeficiencia humana) y que estoy en buena salud, se dirá simplemente que soy seropositivo y puede que nunca desarrolle la enfermedad. Si mi sistema inmunitario se debilita como consecuencia del virus V.I.H., entonces podré decir que tengo el sida que es la enfermedad. Si soy una persona afectada de sida, veo como mi sistema inmunitario se vuelve deficiente en células – T (linfocitos o variedades de glóbulos blancos de la sangre y de la linfa), volviéndose así incapaz de protegerme contra ciertas infecciones como la neumonía y el cáncer.

El virus del sida se transmite por la sangre (sangre contaminada durante una transfusión sanguínea, jeringuilla infectada, herida en contacto con sangre infectada, etc.) o el líquido sexual.

La glándula del timo (situada delante de la traquea), estando ahí en donde se forman las células T, está así afectada y, por el mismo hecho, la energía del corazón también lo está.

El sistema líquido del cuerpo, que es la sede de la transferencia viral, corresponde a la energía emocional, es decir la sangre. La sangre vinculada al corazón simboliza el amor y las penas, la creatividad. Así, puedo decir que mi sistema emocional está en desequilibrio e incapaz de expresarse libremente. Vivo una gran culpabilidad frente al amor, tengo la sensación de no estar a la altura. Mi sistema se vuelve débil y cada vez más vulnerable a todas formas de invasión.

Tendría interés en tomar consciencia que reprimo emociones como el miedo y la ira, que reniego del ser lo que soy hasta el punto de desear mi destrucción total. De mi incapacidad a amarme y a aceptarme tal como soy, resulta que ya no consigo protegerme. Mi fuerza interior que, normalmente, está apoyada por el amor, la aceptación y un deseo intenso de vivir, se debilita y se desmorona lentamente. Incluso inconscientemente, la muerte puede aparecerme como la solución a mi desesperación.

Vivir una experiencia sexual puede mostrarse muy revelador emocionalmente. Incluso espiritualmente, esto puede llevarme a vivir acontecimientos benéficos tan pronto como brota la energía sexual desde el chakra base que es la fuente de mi impulso espiritual. En cambio, si esta energía está mal utilizada, es decir como autogratificación y complacencia, puede girarse en contra mía. Sin una sincera manifestación de pureza, podrá transformarse en energía enfermiza o molesta.

Aprendo pues a reconocer las energías que están en mí y las uso para lo mejor de mi evolución. Acepto quien soy, un ser divino y magnífico.

Tomado de El Gran Diccionario de Las Enfermedades de Jacques Martel.

SIDA

Plano corporal: sistema inmunitario (defensa).

Plano de los síntomas: expansión corporal en lugar de espiritual-psíquica, algo que no es compatible con la vida a largo plazo; falta de defensas y protección corporales al aumentar las resistencias en sentido figurado; aumento de la capacidad de defenderse inmunológicamente al aumentar la disposición a la defensa psíquica; sensaciones de culpa sexual; amor reprimido; amenaza a la fuerza de los impulsos; siembra la duda en el polo masculino arquetípico y obliga a atender al femenino; doblega el principio masculino e intenta llevarle amor: apelación a la simpatía de los demás; exageración de lo exterior material dejando a un lado lo interior, el sentimiento y la conciencia (sexo en lugar de amor); supresión de toda resistencia: enseña a nivel corporal lo que la unión y el amor podrían ser a nivel psíquico; expresión de la diosa reprimida de la oscuridad (Hécate/Kali) y de su terrible cólera; símbolo de la dependencia colectiva y del entrelazado mutuo.

Realización: combatir la expansión psíquica-espiritual para defender físicamente los límites (vitales); aprender a admitir espiritualmente y a defenderse corporalmente; aprender a proteger el nivel corporal (condón);  aprender a aunar contenido y forma (amor y sexualidad); alejarse de la violencia física y la fuerza (Marte). Resaltar la delicadeza (Venus) que no puede provocar daños; aprender a poner de relieve el polo femenino frente al masculino; franqueza psíquica mediante conversaciones sin reservas; ejercicios de confianza: aprender a dejarse caer; autocontrol para controlar los impulsos.

Resolución: trabar realmente relaciones con las personas; compromiso en las relaciones, aceptar las consecuencias; consagrarse a la vida plena, incluyendo sus lados oscuros (también en las relaciones); unión, unificación con todo a nivel psíquico-espiritual.

Relación con los principios elementales: Plutón / Neptuno (Marte / Venus / Saturno).

Tomado del libro La Enfermedad Como Símbolo por Ruediger Dahlke.

Sida: Sensación de indefensión y desesperanza. «Nadie me quiere». Firme convicción de no valer. Negación de uno mismo. Sentimiento de culpa por la sexualidad.

Afirmación: Formo parte del Plan Universal. Soy importante y soy amado por la Vida misma. Soy poderoso y capaz. Me amo y me apruebo totalmente.

Tomado del libro “Sana tu cuerpo”, de Louise Hay.

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