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Artículo Sirsasana – El Rey de Los Asanas

En el universo de estas posiciones, se distingue el sirsasana, también llamado “El rey de los Asanas”; su popularidad es tan significativa que, aun cuando las personas no conozcan el nombre, al observar la postura la relacionarán inmediatamente con la práctica del yoga.

Su nombre, es una palabra compuesta por dos unidades gramáticas que al igual que en casi todas las posturas del yoga, provienen del sánscrito en el que Sirsa, significa cabeza y asana que significa postura o en este caso también se emplea como asiento o apoyo. Así entonces; sirsasana puede entenderse como postura con la cabeza apoyada.

En qué consiste

Básicamente es una asana invertida; sin embargo, aun cuando el nombre nos dice que nos apoyaremos en la cabeza, al practicarla, nos daremos cuenta con facilidad de que el peso del cuerpo recae en los antebrazos y el apoyo de la cabeza en la superficie o suelo es bastante ligero.

Sabiendo lo anterior, es conveniente tener en cuenta que para la práctica de la reina de la asanas, es preciso haber practicado otras posturas que nos hagan tener una fuerza muscular desarrollada, al menos de forma moderada; los practicantes que se inician en el yoga; deben ser pacientes e ir adecuando su cuerpo en cuanto a resistencia y flexibilidad para ejecutar esta asana invertida.

Realizar una rutina previa de calentamiento sencilla como el saludo al sol, puede ser el preludio ideal para ponernos a tono e iniciar una sesión en la que pongamos en práctica al sirsasana y aprovechemos todos sus beneficios.

Cómo hacer Sirsasana

La ejecución de esta postura requiere cierto grado de fuerza muscular, sin embargo, con un poco de práctica y determinación lograremos realizarla de una forma fluida y natural, veamos el paso a paso del rey de los asanas.

Sirsasana paso a paso

Partiendo desde una posición de rodillas se colocan los antebrazos en contacto con el suelo y conectamos los dedos de cada mano con el codo del brazo contrario.

Manteniendo la posición de los codos se desplazan hacia adelante las manos y se entrelazan los dedos, se forma a continuación un vértice con nuestros antebrazos.

Se coloca la cabeza en el suelo o esterilla, mientras lo haces se sujeta la cabeza por la parte de atrás con nuestras manos; la parte apoyada debe ser la “coronilla”, no la región cercana a la frente.

Elevamos  las caderas y estiramos las rodillas, nuestros dedos de los pies permanecerán en contacto con el suelo.

A continuación, se dan pasos hacia la cabeza mientras ésta se mantiene firmemente sujeta, el cuerpo queda entonces en posición de “V” invertida.

Se elevan las rodillas flexionadas y luego se van elevando los muslos hacia arriba; se conservan las rodillas juntas y se elevan las caderas.

Lentamente se estiran las piernas para completar la asana; el peso se recarga en los antebrazos y no en la cabeza.

Procuraremos mantener un ritmo de respiración constante y profundo durante todo el proceso y recitamos el mantra om.

Beneficios del sirsasana

La bien ganada fama de esta postura, radica en la gran cantidad de beneficios que se obtienen de su práctica; si bien es cierto que los maestros de yoga recomiendan un calentamiento previo, quienes ya dominan posturas con un mayor grado de complejidad afirman que si no se puede realizar una sesión o práctica  completa de yoga, bastará con hacer el sirsasana para llenarse de energía vital

Equilibrio a todo nivel

En la parte física, al practicar sirsasana, debemos posicionar todo nuestro torso de forma lineal; las caderas, columna y cuello deben formar una línea recta que se apoyará en los antebrazos que estarán de forma simétrica a los lados de la cabeza y en ellos nos apoyaremos para sostener el cuerpo; el equilibrio obtenido, nos ayudará a conservar una mejor postura al estar de pie, caminar y en general en todas nuestras actividades cotidianas.

Cuando nos concentramos en la parte espiritual, el sirsasana nos conecta con la tierra mediante el chakra de la cabeza o corona; de ello nos beneficiamos con un estado de paz, serenidad y una mayor apertura a las sensaciones y energías de nuestro entorno.

Tonifica y descongestiona

Como ya sabemos, es el esfuerzo muscular empleado para hacer la postura es considerable, lo cual se traduce en músculos más tonificados y resistentes; además de ser una posición que ayuda a mejorar el tracto digestivo y la circulación de los líquidos de nuestro organismo.

Mejora la atención

Si ya hemos practicado alguna asana, sabemos que el enfocar nuestra mente y cuerpo en la ejecución es indispensable; con el sirsasana, nuestra concentración debe ser absoluta para obtener un resultado positivo, entonces es fácil comprender cómo ayuda a mejorar la atención.

Sabiendo todo  lo anterior, entendemos porqué esta asana es llamada la reina de las posturas y no podemos dejar pasar por alto la oportunidad de iniciar la práctica del sirsasana.

Contraindicaciones

Pese a la gran cantidad de beneficios que podemos obtener a través de la práctica del Sirsasana; existen una serie casos en los que no es aconsejable la práctica de Sirsasana.

Durante la menstruación: Mientras dure el período o regla, es preferible no practicar esta postura, ya que el flujo sanguíneo se acumula en la zona del vientre y al estar de cabeza, puede generar dolor por la acumulacón del mismo en esa posición.

Casos de Glaucoma: Cuando se padece glaucoma, debe evitarse cualquier movimiento o posición que genere presión en el área de los ojos; y esto se produce durante el sirsasana; así que cuando se ha diagnosticado glaucoma, es mejor no hacerla.

En las etapas finales del embarazo: Durante las seis semanas previas al alumbramiento, es mejor no ejercitarse en esta postura ya que el peso del abdomen puede hacer que pierdas el equilibrio.

Lesiones en la columna y cuello: Si has sufrido un accidente o una enfermedad que dejó secuelas en el cuello o espina dorsal; no debemos realizar estos movimientos a menos que nos autorice nuestro doctor.

 

Fuente: Yoga Beneficios – https://yogabeneficios.net/sirsasana-el-rey-de-los-asanas/

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