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Artículo La Diosa Está Aquí

La Diosa está aquí y siempre ha estado, pero durante mucho tiempo ha estado escondida detrás de velos de negación de la cultura mundial que ha apoyado el patriarcado, apoyado la ciencia divorciada de la espiritualidad y se ha vuelto irremediablemente adicta al dios del dinero en detrimento y destrucción de la madre tierra. Pero ese viejo paradigma ha visto su día y uno nuevo está ascendiendo que exige que ella tome su lugar legítimo en la vida de las personas una vez más. Los eventos de los próximos años se encargarán de que lo haga. La información enterrada, los secretos revelados, la revelación de mentiras y los nuevos descubrimientos harán su parte para cambiar la comprensión del mundo sobre quiénes somos y qué hacemos. Naturalmente, habrá una gran resistencia de aquellos que temen perder su imaginaria ventaja del ego, pero que así sea. Esa resistencia ya está aquí en forma de intentos de aplastar todos los vestigios de las mujeres hacia la igualdad y la libertad. De hecho, estos intentos de aplastamiento son tan descarados que revelan el nivel de miedo que ha creado el regreso de la Diosa. Cuando se es testigo de la reacción y las tendencias generales de los literalistas para restaurar el patriarcado, es fácil hacerse la idea de que han ganado y de que el movimiento de la Diosa está muerto, pero eso sería una ilusión bastante masiva. Las almas infantiles y jóvenes que están detrás de esto ya no pueden prevalecer porque la evolución de la conciencia y la creciente población de almas maduras y mayores son, en una palabra, abrumadoras. Habrá reveses masivos para los cuidadosos preparativos y planes que están llevando a cabo los literalistas para controlar el mundo. La Diosa está en movimiento.

Entonces, ¿quién y qué es la diosa y cómo opera? Primero, aclaremos algunas distorsiones aquí. Solo hay una Diosa, pero tiene muchos rostros y ha aparecido y ha sido honrada en muchas formas diferentes a lo largo de la historia. Ella es Isis, María, Helena, Brígida, Kali, Tonantzin, Atenea, Electra, Deméter, Juno, Hera, Venus, Sarasvati, Durga, Lakshmi, Parvati, la Mujer Ternera de Búfalo Blanco, la Doncella del Maíz, Guadalupe, Sofía, y así sucesivamente. Ella es la gama completa entre nutritiva y enormemente destructiva, amorosa y totalmente aterradora, cálida y fría como el hielo. Luego, la Diosa no está ahí afuera en algún lugar, sino que vive en la conciencia, en la conciencia que está en todas partes e infinitamente presente y ya es un aspecto poderoso e influyente de quienes somos. En otras palabras, ella está dentro de nosotros como un aspecto del Espíritu y ella es nosotros ya sea que tengamos un cuerpo masculino o femenino o uno que pueda ser ambos. Luego, la Diosa no es una mujer convencional. Ella es una energía, una energía femenina, sin duda, pero no una mujer humana, ni siquiera una cosa femenina, y no es exclusiva de las mujeres, así como la energía de Cristo no es exclusiva de los hombres, aunque a algunos les gustaría pensar que así es.

Comprender estas cosas es fundamental para entender lo que le está sucediendo a la raza humana, lo que está sucediendo en el mundo hoy y lo que está por suceder. Podemos hacer que este viaje sea más difícil de lo necesario o podemos quitarle la lucha y convertirlo en una transformación liberadora poderosa y dinámica. De cualquier manera, está sucediendo y no hay vuelta atrás.

Si nos remontamos cuarenta mil años atrás, estas cosas se entendían bien, pero a medida que el mundo evolucionó y la vida tribal nómada se transformó en estados nacionales, y la caza y la recolección se transformaron en agricultura, la forma en que contamos la historia de la Diosa cambió y se usaron metáforas que hoy se considerarían políticamente incorrectas y eso es desafortunado.

La historia clásica del Jardín del Edén tal como se cuenta hoy no se parece en nada a la historia que se contaba hace mucho tiempo en tiempos de tribus nómadas. En la versión actual, una figura de un dios masculino iracundo advirtió al primer hombre y a la primera mujer que no comieran del árbol del conocimiento, del bien y del mal, o serían desterrados del paraíso para siempre. Por supuesto, tal como se cuenta la historia actual, Eva, la mujer derivada de la costilla de Adán como una idea de último momento del llamado Dios, seducida por la serpiente (Satanás), comió del fruto prohibido y sedujo a Adán para que lo comiera también. Por supuesto, fueron desterrados para siempre del paraíso y todo fue culpa de ella.

Qué tontería. Hace mucho, mucho tiempo, el árbol del conocimiento se representaba de forma similar, pero las figuras de la Diosa distribuían los frutos del árbol del conocimiento a todo el mundo para apoyar su ascenso de la kundalini en su camino hacia la iluminación. Después de todo, era el árbol del conocimiento, la metáfora simbólica de la columna vertebral humana con su kundalini en ascenso. Todo muy natural, todo bueno, todo absolutamente alineado con la verdad. Sin tonterías. Así, una poderosa historia basada en la verdad se convirtió en una famosa historia basada en mentiras y pasó de sensata a absurda.

A medida que los tiempos cambiaban y las creencias cambiaban, hubo intentos de explicar el papel de la diosa a la gente, pero ya se estaban produciendo distorsiones. Surgieron muchas historias similares para intentar contar la historia de la evolución humana desde lo primitivo a lo sofisticado de maneras que se creía que la gente entendería. Surgieron muchas historias en todas las culturas que describían este viaje. El cuento de Sofía es una historia didáctica que pretende ser una metáfora, al igual que las historias del jardín del Edén, no debían tomarse literalmente, sino metafóricamente.

En esta historia Sofía, una joven diosa, vivía con su padre y su hermano en el paraíso en total satisfacción. Sin embargo, a medida que fue creciendo, empezó a interesarse por conocer a su pareja romántica, un amante masculino. También sintió mucha curiosidad por la vida humana en la Tierra y quiso comprobarlo. Así que un día huyó para encontrar a su amante, pero en su inocencia e ignorancia de las costumbres humanas, se confió demasiado y conoció a una serie de hombres que se aprovecharon de ella y luego la abandonaron. Para resumir, sufrió graves heridas, se deprimió y se sintió perdida, y fue asaltada por proxenetas y traficantes de personas, terminando como una mujer caída en una casa de prostitución. Llamó a su padre y le rogó que la rescatara de su difícil situación. Dios Padre envió a su hermano para rescatarla y después de una gran odisea la encontró y la rescató. Ella estaba muy contenta y se dio cuenta de que él era el que había estado soñando conocer todo el tiempo. Ella se enamoró inmediatamente de él y él de ella y terminaron consumando su relación y se convirtieron en uno solo. Volvieron al paraíso.

Bueno, eso fue un poco incómodo, pero ¿qué significa realmente esta historia? Para entenderla completamente, necesitamos retroceder un poco en el tiempo. Cuando esta historia se contó por primera vez, estaba en lenguas nómadas que usaban una palabra para el Espíritu Creador que significaba tanto padre como madre. Entonces, es extraño que Sofía estuviera viviendo solo con su padre y su hermano y que no hubiera una madre cerca. Cuando esta historia se tradujo de las lenguas nómadas al griego, al latín, etc., se eliminó a la madre y se convirtió solo en padre. Luego se la identifica como una mujer caída, como si ella y todas las mujeres fueran débiles y necesitaran ser salvadas de sus propias pasiones, y luego solo pudieran ser rescatadas por un hombre. Como de costumbre, la gente tomó esta historia literalmente y estas distorsiones se tradujeron en filosofías completas sobre las cualidades pecaminosas y de mala calidad de las mujeres y cómo no merecían un estatus igual al de los hombres. Eran solo una propiedad, buenas para hacer bebés que luego podían convertirse en herederos de tierras propias y derechos de propiedad para mantener las dinastías en funcionamiento. Y se negó quién era realmente la diosa. Pero me estoy adelantando a la historia aquí.

Ahora bien, la historia de Sofía se cuenta en muchas otras historias de diversas partes del mundo y es un tema enorme en el que no podemos entrar en detalles aquí, pero es muy interesante. Es importante recordar que la historia de Sofía es sólo un pequeño aspecto de la Diosa. Ella es también toda la naturaleza, todo el nacimiento y la muerte, la destrucción total y la benevolencia total, el perdón y la bondad. Ella es el vacío absoluto, la oscuridad resplandeciente y la luz increíble. Está más allá de cualquier descripción humana que podamos llegar a imaginar. Para los hindúes, ella es más poderosa que todos los dioses juntos. Eso nos asusta.

Así pues, volvamos a la historia de Sofía. ¿De qué trata realmente la historia? El Espíritu creador, padre y madre, vive en el paraíso, un reino infinito y eterno, no físico, de conciencia y conocimiento. Son una sola presencia, no dos. Pero según nuestro entendimiento, dieron a luz a hijos: un hijo que era la energía Crística, la vibración más elevada que se puede experimentar en la forma física. La energía Crística es una redentora, una energía que nos recuerda quiénes somos, de dónde venimos. Sofía, la hija, es Psique, a veces llamada el Espíritu Santo, la experiencia que tenemos como lo que parece ser la conciencia y el conocimiento individual.

Psique es una palabra griega antigua con muchos significados: aliento, mente, vida, espíritu, yo y fantasma. Como psique, cada uno de nosotros, los humanos, emprendemos un viaje asombroso en el que parecemos olvidar quiénes somos, nos perdemos e imaginamos que somos personas separadas y aisladas del Creador. Entonces nos metemos en todo tipo de problemas de ego, clamamos por ayuda y somos redimidos por la energía de Cristo que nos recuerda quiénes somos y que todos somos uno con el Espíritu Creador. Qué historia, pero es una metáfora y no tiene nada que ver con personajes humanos reales, hombres o mujeres. Tenemos a la madre y al padre dentro de nosotros, tenemos al Cristo redentor dentro de nosotros y somos psique, el aspecto que tiene la gran aventura. Cuando todos estamos unidos, estamos nuevamente en el paraíso. Cuando parecemos estar divididos, sufrimos horriblemente. Esta es una historia clásica de enseñanza, pero enseñada con distorsiones inducidas culturalmente. La historia no funciona en absoluto si dejamos a Sofía fuera de ella y eso es exactamente lo que hemos hecho, negando a Sofía, la Diosa de la Sabiduría. ¿Por qué es sabia? Porque ella conoce todo el recorrido y se ha vuelto sabia gracias a ello.

Hemos negado a Sofía porque nos incomoda, ella es todo un enchilado, la curiosa, la viajera, la que siente y experimenta, la confundida y perdida, la buscadora, la encontrada, la que recuerda. Ella es la que sufre a través del viaje que emprende, pero como eso nos duele, nos resistimos a ese hecho y al hacerlo la negamos.

Ella es la sabia, la que ha emprendido el viaje y ha aprendido todo lo que hay que saber. Ella es nuestra sabia consejera y nos dice las cosas como son, sin adornos. Por eso fue la gran maestra de los antiguos griegos, los paganos, los gnósticos, los esenios. Tiene compasión de nosotros, nos cuida, nos conoce como nadie más porque ella es nosotros. No es mujer, no es hombre, sino lo femenino en ambos. Y no está completa hasta que se une con la energía Crística que la redime y que la hace una con esa energía también. Y ha regresado al Dios Padre Madre y es uno con él. Nos recuerda que ya hemos regresado también porque ¿cómo no podríamos ser uno con nuestro creador? Debido a que nos identificamos con estar en el viaje, pretendemos que no hemos completado el viaje, pero al final del día nos damos cuenta de que sí lo hemos hecho. Por eso el gran sabio taoísta se ríe larga y fuerte de la broma cósmica de todo esto.

La Diosa que hay en nosotros sólo puede ser negada por un tiempo, y ha llegado el momento de recordarla, porque sin ella ya no podemos avanzar más. La raza humana ha decidido que es el momento de recordarla y no hay vuelta atrás en esa elección. Todas las profecías más importantes hablan de ello y la mayoría de ellas son muy antiguas, tienen miles de años. Prepárense.

 

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19 de diciembre de 2024

Fuente: The Power Path

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