Artículo Neale habla sobre la vida holística…

Mis queridos amigos…

Para la mayor parte de los habitantes de la Tierra, la palabra abundancia, como la mayoría de la gente la usa ahora, tiene poco significado. Más significativa para ellos es la palabra supervivencia. Sin embargo, ningún ser humano debería tener que preocuparse por la supervivencia del día a día. Eso debe garantizarse, al igual que la dignidad humana básica de alimentos, vestido y vivienda suficientes.

Por qué nosotros, como seres humanos, no compartimos más libremente todo lo que tenemos (un pequeño porcentaje de la población mundial posee un porcentaje masivo de la riqueza y los recursos del mundo), no es ningún misterio. No es porque seamos personas malas o egoístas. Es porque la mayoría de nosotros creemos en la carencia. Es decir, creemos, incluso aquellos de nosotros con mucho (quizás, especialmente aquellos con mucho) creemos, que, si no estamos atentos, puede que no haya «suficiente para todos». Esto lleva a una pregunta no sin importancia. ¿Cuándo es «suficiente» suficiente?

Para las personas cuya principal recompensa en la vida, cuya mayor satisfacción y mayor experiencia se derivan de su calidad de ser, lo que sea que tengan ahora es suficiente. Esa es la lección que algunos Maestros espirituales que renuncian a todo, viviendo vidas de renuncia, están tratando de enseñar. No buscan demostrar que la renuncia es necesaria para alcanzar la verdadera felicidad. Buscan mostrar que las posesiones materiales no son necesarias.

Lo que he aprendido sobre la vida es que cuando vivimos íntegramente, vivimos santos. He estado buscando formas de vivir mi vida como una persona completa, como un ser integrado, durante 25 años. Vivir holísticamente significa ser consciente de que soy parte de un Sistema Total, una Idea Total, una Realidad Total, y que todo lo que pienso, digo y hago afecta esa realidad; de hecho, en algún nivel, la crea. Ya no puedo pretender que una cosa no tiene nada que ver con la otra. Que fumar, por ejemplo, o consumir carne roja en cada comida, no tiene nada que ver con mi salud. Que la calidad del aire que me rodea, por ejemplo, no tiene nada que ver con la calidad de mi vida. Que cómo pienso, hablo y actúo no tiene nada que ver con cómo experimento mi futuro. Que la forma en que interactúo con mi entorno no tiene nada que ver con cuánto tiempo se me permitirá y seré capaz de hacerlo.

Así es como vivía antes de entender lo que significaba holístico. No entendía lo que los sociólogos llaman Teoría de los Sistemas Totales. No comprendía las implicaciones del hecho de que yo era un engranaje en una rueda muy grande. En esto, me atrevo a decir que no era diferente a muchas personas, tal vez a la mayoría de las personas.

Incluso hoy, a pesar del aumento en nuestro nivel general de conciencia, parece haber una gran desconexión para muchas personas entre las elecciones, decisiones y acciones del momento y los efectos futuros. Sin embargo, vivir de manera integral se trata de tener en cuenta todos nuestros efectos en el futuro. Se trata de volvernos Uno con nuestro Dios, con nuestro entorno, con nuestros compañeros de viaje en este viaje extraordinario y con nosotros mismos.

Muchos de nosotros no estamos integrados. Es decir, estamos desintegrados. Despedazándose. Cayendo a pedazos. Y también lo está el mundo en el que estamos viviendo nuestras vidas desintegradas. Sin embargo, ahora, por fin, muchos de nosotros al menos nos estamos dando cuenta de nuestra condición. Y muchos de nosotros optamos por no participar, elegimos de nuevo y nos recreamos de nuevo en la próxima versión más grandiosa de la visión más grandiosa que jamás hayamos tenido sobre Quiénes somos. Ahora hay muchos recursos disponibles para ayudarnos con estos desafíos a medida que emprendemos el proceso de reconstrucción de nuestra realidad colectiva en el siglo XXI.

Aquellos que deseen explorar nuevos paradigmas de relaciones, más profundamente, pueden encontrar de particular interés dos libros que experimenté como útiles y emocionantes. Ellos son: El futuro del amor , de Daphne Rose Kingma, y ​​AMOR ENCANTADO: Los poderes místicos de las relaciones íntimas , de Marianne Williamson. Ambos hablan elocuentemente de las posibilidades de la relación, la maravilla del amor sincero y la gloria de abrazar espíritu a espíritu, así como cuerpo a cuerpo. El último trabajo de Marianne es especialmente impresionante, su alcance a veces se acerca a la poesía.

Por supuesto, la mejora de las relaciones con los demás depende de una mejor relación con nosotros mismos. Estamos invitados ahora a «venir de» un nuevo estado del ser, una nueva claridad acerca de quiénes somos y quiénes elegimos ser, y una nueva determinación para demostrar eso en el mundo. Cuando un elevado estado de existencia se convierte en acción en el mundo físico, la lucha desaparece de nuestras vidas. Hemos integrado nuestro yo interior y exterior, y no solo tenemos mejores relaciones románticas, tenemos mejor todo.

… Sean bendecidos.

Neale

07 abr 2023

Fuente: Fundación Conversaciones con Dios